Excelente cinta de animación. Maravilla técnica al servicio de un guión sumamente inteligente. "Shrek" satiriza y pone al día los cuentos infantiles en un espectáculo infatigable como la facundia de Asno. Pero no se trata, ni mucho menos, de una película para niños; o no está destinada únicamente a ellos: los padres disfrutarán tanto o más que sus hijos, y también quienes no los tengamos (reconocidos).
La soberbia puesta en escena, prodigio técnico con pocos precedentes- "Toy Story"-, no es, como en muchos otros casos, cortina de humo informática tras la que camuflar carencias, vacuidades y banalidades. Muy al contrario, "Shrek" logra la tan difícil- parece- armonía entre la espectacularidad del continente y la brillantez del contenido. La caricatura punzante relata una historia de corte clásico, de aventura y romance, recorrida por una serie de personajes memorables, de entre los cuales sobresale el locuaz Asno, sorprendente hallazgo al que pone voz otro bocazas eminente, Eddie Murphy.
El ritmo frenético y los ingeniosos diálogos redondean una joya gamberra que choca los cinco del niño travieso que todos, en mayor o menor medida, llevamos dentro.