"La gente ama lo que a otros les apasiona". Con esa simple afirmación LA LA LAND ya me había ganado el corazón, pero había mucho más que la acabaría convirtiendo en una de las mejores experiencias que jamás he tenido viendo una película. Chazelle nos regala un bellísimo musical, una oda a los sueños y al esfuerzo que requieren. De la mano de Emma Stone y Ryan Gosling se nos muestra una historia cautivadora, tierna y romántica, algo que como comenta el propio Gosling en la película, no debe ser necesariamente negativo

Tras una escena inicial frenética, el joven Chazelle sabe parar los tiempos, controlar el ritmo y ofrecernos una dulce historia de amor en la que la realidad se ve mezclada con el baile, el canto y un onirismo de lo más conmovedor. Se juega con la iluminación, el color y los enfoques para narrar sólidamente esta travesía romántica tan sumamente bien dirigida. Además, y creo que acertadamente, la música adquiere un tono simplista, sin grandilocuencias, pero sin perder un ápice de belleza en ningún momento. Esto evita que la historia pierda protagonismo; es decir, la música acompaña a los personajes, les rodea, pero nunca deja que se convierta en un espéctaculo vacío, siempre hay algo detrás de cada canción: una emoción superior. Un trabajo sublime de Chazelle y Justin Hurwitz

Así, esta película se erige como un canto de esperanza para los soñadores, para aquellos que aún creen en el arte como forma de expresión suprema, para aquellos que perseveran y no dejan que lo que aman muera. Por si fuera poco, la película hace gala de una estética brillante y cuenta con escenas que quedarán grabadas en mi retina para siempre

Poco más queda por añadir: un guion entrañable, las sonrisas y miradas cómplices de Gosling y Stone, uno de los mejores finales que jamás he visto y LA LA LAND, que termina enamorándome por completo. Una delicia de principio a fin, un cuento que deseo que jamás acabara y unas inmensas ganas de cantar y bailar al salir de la sala convierten a esta "ciudad de las estrellas" en algo especial, delicado y elegante. No dejéis de disfrutar de esta maravilla