Una fotografía acertadísima, una historia bonita y un reparto, como mínimo, muy apropiado. Todo ello consigue que esta pelícua, dirigida con un estilo muy sofisticado para lo que te está contando, sea original y muy glamurosa. Y esto es lo grande: una historia tan simple como la de una chica tímida enamorada se convierte en una odisea llena de aventuras y situaciones estrambóticas por conseguir ese amor.

Lo mejor de todo ello es que estas situaciones están buscadas por la propia protagonista, llena de imaginación y buenas intenciones... Y a veces, mucha mala leche.

En resumen, Amelie es un film de trasfondo costumbrista que, usando el ingenio y la originalidad, convierte esa historia de amor en un precioso cuento parisino, lleno de contraste y luz.

Muy divertida, tierna y con gran estilo... ¡Amelie me encanta...!