La última entrega de Brosnan como Bond es una despedida muy buena y conseguida, aunque también hay que admitir que está beneficiada por el fiasco de El mundo nunca es suficiente/la película del 5, pues tras la decepción de dicha entrega lo que tú quieres ver para la siguiente película es acción y espectacularidad por los cuatro costados, lo que le faltaba a la película del 5, como yo la llamo. Así pues, esta entrega cumple con esos requisitos y es un auténtico catálogo de buena acción, adrenalina sin control y explosiones tan espectaculares que parecen salirse de la pantalla para hacerte volar por los aires.
Pero lo que esta entrega también tiene es un buen guión, que recuerda a la maestra Goldeneye, pues esta dotado de una interesante intriga que provoca situaciones sorprendentes y salidas nunca vistas antes en la saga y que nuestro interés vaya en aumento. Aunque está alejada de la maestría de Goldeneye, ésta entrega, sin ser una obra maestra, es una película que logra triunfar, ser una de las mejores de la saga, entretenerte sin tregua hasta los créditos finales y dejarte un buen sabor de boca.
Muy buena despedida y muy buena película Bond.