La única canción rescatable es la de la prima. Es pegadiza y tiene ritmo, aunque no funciona tan bien.

El mundo de porcelana estaba realmente bien animado y entretenido, pero se arruina su disfrute con lo del lobo como villano.

El villano es una caricatura, vacío y sinceramente el antagonista de siempre de Hollywood. "Me quedaré con su casa porque me deben el dinero. Y con esto yo tendré todo el poder!". La original no necesitaba de un villano para contar una historia llena de amor, pero esta lo hizo y falló completamente de una forma miserable.

La única escena que me sacó una lágrima fue cuando aparece uno de los dueños del banco (actor de Bert) mientras suena la versión orquestral de la canción de los "Céntimos, que con fe con pasión y visión se invierten en el... Para ser precisos, en el Banco Tomes, Mousely, Grubbs, Fidelity Morgana y Compañía.". Esa es una muy buena jugada de nostalgia que realmente te devuelve a esa escena de la original... Pero es la única.

La escena de baile de los que encienden las luces de las calles no tienen nada en comparación al baile de los deshollinadores de la original. Ese segmento de 10 minutos de baile desenfrenado no es más que un triste y lejano recuerdo cuando se ve la nueva sección de danza en la secuela.

La resolución al conflicto es absurda, haciendo que Mary Poppins retroceda un poco el reloj después que VARIOS personajes secundarios estuvieron arriesgando sus vidas para hacerlo; cuando llega esa escena, realmente casi grité en el cine "Por qué demonios no lo hizo antes?!" por lo absurdo de todo.

Finalmente, parece una burla cuando traen a la actriz original como cameo de la señora de los globos. Es casi como si dijese "La Mary Poppins que conocieron ahora no es más que una vendedora de globos y le dio ese título a otra persona".