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España España · Valencia
Voto de Cineycine:
8
Ciencia ficción. Terror La noche en que varios jóvenes neoyorquinos celebran la fiesta de despedida de un amigo en Manhattan, un monstruo del tamaño de un rascacielos llega a la ciudad. Contada desde el punto de vista de la videocámara de uno de ellos, este es el escalofriante documento sobre sus intentos por sobrevivir durante los momentos más increíbles y terroríficos de sus vidas. Producida por J.J. Abrams, creador de la serie "Perdidos". (FILMAFFINITY)
26 de marzo de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Cloverfield” no se puede considerar en absoluto como una película, sino como un documental rodado al más puro estilo amateur y es aquí precisamente donde radica el auténtico encanto del asunto. No olvidemos que la cinta de videocámara que contiene grabados todos los hechos ocurridos en Manhattan, la encuentra el ejército en un lugar llamado “Cloverfiled”, así pues desde el inicio de la película se nos mostrará el contenido íntegro de dicha cinta. Por lo tanto, y partiendo desde la base de que esto no es un film convencional marcado por las típicas normas o directrices básicas, no traten de esperar un guión meditado, unos diálogos extensos o unas interpretaciones magistrales.

Personas sufriendo, asustadas, conmocionadas… explosiones, caos y destrucción; y un grupo de amigos que intentan salvaguardarse de la bestia pero que en el fondo no cesarán en su labor de intentar salvar a la novia de uno de los protagonistas, que se encuentra atrapada en un edificio céntrico de la ciudad. Así es “Cloverfiled”… por lo tanto poco hay que mencionar en lo que respecta al guión, ya que como hemos comentado éste es prácticamente inexistente, plano y lineal, aunque tampoco se pretende aparentar lo contrario; es más, teniendo en cuenta que el film trata sobre la repentina aparición de un monstruo en Manhattan, no tiene demasiado sentido quejarse del libreto de la película, sobre todo si tenemos en cuenta que la coherencia narrativa se ausenta con el fin de lograr un ejercicio lo más cercano posible “a la vida misma”. No obstante, se definen claramente dos fases en el metraje. La primera, de unos 15 minutos de duración, versa sobre la presentación de los personajes: unos jóvenes que se encuentran celebrando una fiesta de despedida entre líos de faldas y amores... pero pronto terminará el tostón amoroso para dar paso al segundo (e impresionante) acto de la película, que trata sobre la aparición de la criatura y toda la conmoción que ello provoca.

Por otra parte, todas y cada una de las secuencias más dantescas son capaces de desatar verdadera inquietud por el simple hecho de estar enfocadas desde una perspectiva de primera persona, algo que nos sumerge de lleno en ese ambiente hostil situándonos justo en el centro de la acción de un modo sutil y crudamente real, aunque esto también tiene sus inconvenientes. Y es que emular mediante una cámara de video una situación caótica de un modo tan verosímil, da lugar a numerosos zarandeos, movimientos “relámpago”, molestos reflejos e inevitables mareos que se agudizan aún más si cabe cuando el personaje que sostiene el aparato de grabación se dispone a correr fruto del pánico; tanto que durante el transcurso de diversas secuencias, la vista se llega a sobrecargar excesivamente… siendo éste uno de los puntos más negativos del proyecto.

Con un limitado presupuesto de 25 millones de dólares, el director Matt Reeves y productor J.J. Abrams lograron sacar el máximo partido a esa paupérrima cantidad económica si la comparamos con la de otras superproducciones, y es que, hasta el último centavo luce en la pantalla y además de una forma espectacular. Esta película no se sostiene constantemente sobre el afán de ofrecer al espectador cuantas más secuencias de destrucción mejor, pero ello no quiere decir que este tipo de escenas se ausenten por completo en la película. Al contrario, son relativamente escasas pero estratégicamente distribuidas a lo largo de los 85 minutos de proyección, logrando un equilibrio perfecto entre el dramatismo de la historia y la devastación producida por la criatura; unos momentos sumamente espectaculares apoyados sobre unos excelentes efectos especiales.

En definitiva: Película imprescindible que con el paso del tiempo alcanzará la categoría de “culto” si es que no la ha alcanzado ya. Lo que está claro es que estamos en la “era Youtube”, y este film mantiene la premisa de que cualquiera de nosotros se puede convertir en un improvisado reportero o cineasta como le sucede al protagonista del film.

-Lo mejor: La puesta en escena y la angustia y tensión que atesora este producto por el hecho de estar filmado en formato video-doméstico, imprimiendo un realismo nunca experimentado en otras "Monster-movies" y cintas catastróficas. Los efectos especiales que están tremendamente logrados a pesar de que el film contó con un ridículo presupuesto.

-Lo peor: Que varias secuencias lleguen a producir cierto mareo debido al constante movimiento de la cámara. La incomprensión que parte el público manifestó ante este peculiar y magnífico producto.

-Más en: www.cineycine.com
Cineycine
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