'Maggie' está dirigida por Henry Hobson que ha optado por una visión contemplativa que ayuda a potenciar la desolación del trance por el que pasan los personajes, en un mundo derruido y prácticamente desértico donde a menudo el fuego hace acto de aparición en la distancia como elemento purificador.

La película supone un nuevo rumbo de Schwarzenegger a papeles más dramáticos visto solamente con anterioridad en ‘El fin de los días’ (Peter Hyams, 1999). No se le puede poner casi ningún pero a la interpretación de Arnold Schwarzenegger, tremendamente sentida y sin apenas ningún despliegue físico de sus tiempos de action-man. Solamente se puede expresar una “queja”, y es que, Arnold no cambia de registro en todo el film. El director solamente ha insertado dos momentos seguidos en donde vemos a un Schwarzenegger esforzándose por ser más humano y recordarle a Maggie los buenos momentos que vivieron. Una pena no incidir más en ese antes y después de su relación, pues hubiera supuesto un mayor arco narrativo e interpretativo del que, sin duda, "El roble" seguro saldría triunfante.

En cuanto a Abigail Breslin, en líneas generales es la segunda de a bordo en cuanto a importancia, salvo unos veinte minutos a mitad de camino en donde toma el protagonismo. Su labor tiene su punto culminante en una escena irremediable, un momento realmente petrificante y muy conseguido.
Del resto del reparto poco que añadir, son personajes que vienen y van sin demasiada incidencia, quizás Caroline interpretada por Joely Richardson como la madrastra de Maggie es quien mejor dibujada esté. Aunque también es destacable el papel de doctor amigo de Wade al que da vida Jodie Moore.

En definitiva: Apreciable y modesto drama rural que cuenta con un sentido Schwarzenegger y una convincente Abigail Breslin. Un cambio de registro del otrora invencible protagonista de ‘Commando’, quien sigue cortando troncos… pero esta vez no para exhibirse, sino para sobrevivir en su granja, en donde pasa los últimos días con su pequeña Maggie, el último resquicio de una juventud y unos buenos tiempos que hace ya tiempo le abandonaron.

-Lo mejor: Con poco consigue introducirnos en un mundo destrozado por un virus que nadie sabe cómo llegó hasta nosotros. Su pareja protagonista, padre e hija, en un lazo que ni siquiera la muerte podrá romper. Los minutos finales.

-Lo peor: Su ritmo excesivamente contemplativo quizás no sea del gusto de todos. Quien espere una historia de infectados al uso se llevará una importante decepción.

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