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España España · Valencia
Voto de Cineycine:
4
Terror. Fantástico Carol Anne ha sido enviada a Chicago a vivir con sus tíos para protegerla del malvado reverendo Kane, y vive ahora en un enorme edificio. Pero una sesión de hipnosis a Carol Anne hace que Kane vuelva a por ella... y tomar posesión de todo el rascacielos. (FILMAFFINITY)
22 de mayo de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existe un dicho, bastante alejado de la realidad, que dice: “Segundas partes nunca fueron buenas”, a lo que habría que añadir: “Pero las terceras, fueron mucho peores”. Y desde luego, ‘Poltergeist 3’ (titulada en España ‘Fenómenos extraños 3’) no es precisamente la excepción que confirma la regla, pues esta tercera entrega de la franquicia iniciada en 1982 acumula todos los ingredientes y estándares genéricos de la mayoría de las terceras partes, siendo su finalidad sólo una: estirar el chicle hasta el máximo, aunque no haya nada nuevo que contar, para vivir de las rentas del pasado.

De entrada y sin muchas explicaciones, el guionista decidió prescindir de los actores originales de las dos primeras películas con el pretexto de que la pequeña Carol Anne se marcha a vivir con sus tíos (¡…!), los cuales residen en un lujoso rascacielos de cristal ubicado en Chicago. Esto ya nos plantea varias preguntas, como por ejemplo: "¿cómo es posible que después de lo que ha pasado la manden vivir con sus tíos cuando el mensaje de las dos primeras películas radicaba precisamente en el amor y en la eterna unidad familiar?"... Cosas de las terceras partes, claro. Esas terceras entregas que no tienen reparos en romper las películas anteriores y en re-abrir finales ya totalmente cerrados y conclusos, motivo por el cual vuelve a aparecer un ya tedioso y, por momentos, risible reverendo Kane (esta vez interpretado por el actor Nathan Davis tras el fallecimiento de Julian Beck) para llevarse, de nuevo, a Carol Anne en una premisa argumental tan reiterativa como poco estimulante.

Por otro lado, es bien cierto que se agradece el intento de imprimir un aire nuevo a la serie alejándola por completo de la ambientación y localizaciones de las dos primeras películas, pero por otra parte, se pierde por completo esa inquietud y deliciosa atmósfera provocada por el hecho de encontrarnos en un espacio mucho más limitado, como sucedía anteriormente. Esto no sería del todo un problema si el realizador hubiera sabido aprovechar este nuevo entorno urbano, el cual podría haber dado mucho más juego del que se nos muestra en el film. Desafortunadamente, Sherman no sabe sacar provecho de un edificio repleto de elementos interesantes y muy sugerentes para un film de terror, como pueden ser los ascensores, las escaleras, los largos pasillos, sótanos, espejos…, tirando finalmente por el derrotero de lo facilón y de lo efectista a través de momentos que, si bien están correctamente filmados, caen en la más absoluta y triste redundancia, por no llamarlo plagio. Y es que algunas de las secuencias supuestamente “estrella” y más terroríficas de la película se encuentran directamente sacadas de otras películas del género de terror, quedando patente que la originalidad de ‘Poltergeist 3’ brilla por su ausencia y que la cinta se filmó sin alma ni interés, más allá del económico.

Sumar a lo anterior un reparto para nada acertado en un espantoso error de casting, con unos Nancy Allen y Tom Skerritt totalmente perdidos y muy desafortunados en sus interpretaciones. Tampoco ayuda un Nathan Davis cuyo reverendo Kane carece de todo aquello que le convirtió en el elemento más perturbador de la segunda entrega, entre otros motivos, por culpa de un realizador que satura al espectador con continuas e intrascendentes apariciones del personaje a través de espejos y reflejos durante todo el metraje, restando cualquier atisbo de tensión o sorpresa. O el regreso de Zelda Rubinstein como Tangina, un personaje con el interés perdido... Se salvan las decentes actuaciones de una joven Laran Flynn Boyle y de la malograda Heather O´Rourke (que ya se encontraba enferma durante el rodaje de la película, motivo por el que su rostro se ve visiblemente afectado a consecuencia de la fuerte medicación).

-Lo mejor: Una buena actuación de una Heather O´Rourke que prometía mucho. Algunas escenas bien resultas gracias a unos interesantes efectos especiales. Y los efectivos trucajes ópticos que se aprecian a lo largo de determinadas secuencias.

-Lo peor: A parte de un guión vacío, lo peor es que esta secuela se basa exclusivamente en la redundancia y en la repetición de unos elementos poco imaginativos, cayendo en el pozo de las terceras entregas más mediocres rodadas sin otra intención que sacar el máximo jugo posible al pasado. Resulta curioso ver a Carol Anne en un entorno tan alejado de su familia, aunque una buena idea como esta es desperdiciada de la peor manera posible por Gary Sherman. Y las interpretaciones, especialmente las de Tom Skerritt, Nancy Allen y Nathan Davis.

-Más en: www.cineycine.com
Cineycine
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