Entretenida y sin grandes sorpresas. Así es la película de Daniel Espinosa, que pese a contar con grandes actores como Denzel Washington o Ryan Reynols, acaba cayendo en los tópicos que hemos visto muchas veces en las películas de acción, de esas en la que solo vemos tiros y más tiros, sin sentir apego por ningún protagonista. Aparte, su trama deja de llamar la atención cuando llevas media película, debido a que ya te hueles como va a acabar el asunto. Pero no todo son pegas, porque “El invitado” es un film de acción correcto en el que hay algunas escenas bastante bien logradas e incluso impactantes.

La historia gira en torno a Tobin Frost (Denzel Washington), un ex-agente de la CIA que se ha convertido en un mercader de información y que tras ser perseguido por unos mercenarios y ver que no puede escapar, decide buscar refugio en la embajada estadounidense. Frost, que es detenido en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), es trasladado a un búnker de alta seguridad de la CIA en el que está Matt Weston (Ryan Reynols), el encargado del recinto, al cual avisan de la llegada del prisionero para que vaya teniendo todo listo y preparado una vez se aloje el huésped allí. Tras la llegada al búnker, se ve envuelto en un tiroteo en el que aúna fuerzas con Frost para intentar sortear la muerte.

Personalmente, Denzel Washington (“Imparable“, 2010) es quien logra sobresalir más del dúo protagonista, y en el que Reynols indudablemente se apoya. Washington, encarna a Tobin Frost, un maestro que lo sabe todo sobre espionaje y que no dudará en impartir alguna que otra lección a Matt Weston sobre los “protocolos establecidos de la CIA” a modo de hacerle comprender que lo están utilizando, siendo un hombre con una capacidad innata para la supervivencia, que no dudará en usar disfraces o pelear para escapar. Independientemente de los tiros y la acción que hay en la película, destaco la capacidad de Denzel Washington para tomarse con total tranquilidad las diversas situaciones a las que es sometido, como si jugarse la vida fuera algo a lo que ya está acostumbrado.

Se nota que no le ha sido muy difícil encarnar a dicho personaje porque me imagino que posee rasgos de los que ya interpretó en “American Gangster” (2007) y “Training Day” (2001). Ryan Reynols (“Ases calientes“, 2007) da vida a Matt Weston, un agente de la CIA que quiere prosperar en la organización y que no sabe cómo, hasta que le llega la oportunidad de poder entregar a uno de los hombres más buscados como es Tobin Frost. Siendo un agente que no desvela su verdadero trabajo a su chica, argumentando que está en una ONG, tendrá la coartada perfecta. No logro comprender cómo pueden dar un papel fugaz en esta película a un actor como Robert Patrick (“Terminator 2: el juicio final“, 1991), siendo un gran actor que debería ser considerado como tal y no como un mero extra.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)