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Voto de SCuenca:
8
6,5
35.640
Thriller. Acción. Drama
Año 1987. La ciudad de Sevilla se prepara para acoger la Expo del 92. Ángel (Mario Casas), un joven inteligente y ambicioso, aspira a ser inspector de policía, y entró en el cuerpo intentando respetar la ley. Rafael (Antonio de la Torre), en cambio, es un policía expeditivo, contundente y arrogante. Junto con Miguel (José Manuel Poga) y Mateo (Joaquín Núñez) forman el Grupo 7, un conjunto de policías sin escrúpulos, dispuestos a todo ... [+]
16 de abril de 2012
16 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he pensado que nunca está de más pedir una disculpa o rectificar si te has equivocado y que todo prejuicio puede ser eliminado si vemos las cosas desde diferentes puntos de vista. Pues bien, debo admitir que mi gran error ha sido el de soltar injurias previas hacia el film de “Grupo 7”. No sin razón, ya que nunca ha sido de mi agrado Mario Casas, al que siempre he considerado que es un actor penoso y encasillado en películas que buscan como objetivo hacer su respectivo “taquillazo”. Tampoco tiene (a nivel personal) un trailer por el cual llame la atención, del cual debo admitir que en su momento me hacia incluso gracia la escena en la que el propio Casas dice gritando “¡¡Somos el Grupo 7!!”. También pienso que el trailer no muestra una verdadera imagen de lo que es el film tras haberlo visto.
Pero me equivocaba. Y me he dado con un canto en los dientes y bien dado. Es más, me atrevería a decir que el film dirigido por Alberto Rodriguez dará mucho de que hablar, siendo de esas pocas joyas que el cine español realiza de vez en cuando. También me atrevería a decir que es de lo mejor que he visto desde “Celda 211” (2009). Porque no hay truco ni cartón. Lo que ves es lo que hay. Pero claro, a todo esto, la pregunta es evidente: ¿Que ha hecho que mi opinión cambiase? Es sencillo, según como se mire. Para empezar, tengo que admitir que soy de esas personas que le gusta arriesgar a la hora de ir al cine. Me gusta saber si cuando he criticado una película lo he hecho con razón o sin ella y demostrar porqué es buena o mala. También me es indiferente que a la gran mayoría le parezca la peor película del año o la mejor porque mi criterio personal es el que a la hora de la verdad cuenta y porque sería algo inepto si me guiase por lo que “dice la mayoría” sin más.
La trama gira en torno a los años previos a la inauguración de la Expo de Sevilla del 92 en los que se narra la historia real del llamado Grupo 7, formado por un grupo de policías que tendrán como misión limpiar las calles de delincuencia, prostitución y traficantes antes de la inauguración de la Expo. Para ello, utilizaran unos métodos poco ortodoxos y éticos que serán muchas veces cuestionados, no sin razón. En resumidas palabras, el Grupo 7 se encarga de hacer el trabajo sucio que nadie quiere realizando diariamente redadas, persiguiendo a yonkis, haciendo detenciones en los marginales barrios de Sevilla en los que cada día puede ser el último para cualquiera de los integrantes del equipo.
Cuenta con un notable reparto en el que acaba destacando la gran calidad interpretativa de Antonio de la Torre (“Balada triste de trompeta“, 2010), demostrando con una contundente superioridad, que puede ser uno de los mejores actores del cine español. De la Torre interpreta a Rafael, un hombre solitario, asqueado de la vida y de pocas palabras.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
Pero me equivocaba. Y me he dado con un canto en los dientes y bien dado. Es más, me atrevería a decir que el film dirigido por Alberto Rodriguez dará mucho de que hablar, siendo de esas pocas joyas que el cine español realiza de vez en cuando. También me atrevería a decir que es de lo mejor que he visto desde “Celda 211” (2009). Porque no hay truco ni cartón. Lo que ves es lo que hay. Pero claro, a todo esto, la pregunta es evidente: ¿Que ha hecho que mi opinión cambiase? Es sencillo, según como se mire. Para empezar, tengo que admitir que soy de esas personas que le gusta arriesgar a la hora de ir al cine. Me gusta saber si cuando he criticado una película lo he hecho con razón o sin ella y demostrar porqué es buena o mala. También me es indiferente que a la gran mayoría le parezca la peor película del año o la mejor porque mi criterio personal es el que a la hora de la verdad cuenta y porque sería algo inepto si me guiase por lo que “dice la mayoría” sin más.
La trama gira en torno a los años previos a la inauguración de la Expo de Sevilla del 92 en los que se narra la historia real del llamado Grupo 7, formado por un grupo de policías que tendrán como misión limpiar las calles de delincuencia, prostitución y traficantes antes de la inauguración de la Expo. Para ello, utilizaran unos métodos poco ortodoxos y éticos que serán muchas veces cuestionados, no sin razón. En resumidas palabras, el Grupo 7 se encarga de hacer el trabajo sucio que nadie quiere realizando diariamente redadas, persiguiendo a yonkis, haciendo detenciones en los marginales barrios de Sevilla en los que cada día puede ser el último para cualquiera de los integrantes del equipo.
Cuenta con un notable reparto en el que acaba destacando la gran calidad interpretativa de Antonio de la Torre (“Balada triste de trompeta“, 2010), demostrando con una contundente superioridad, que puede ser uno de los mejores actores del cine español. De la Torre interpreta a Rafael, un hombre solitario, asqueado de la vida y de pocas palabras.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Curtido en la vida y que no se andará con rodeos a la hora de obtener lo que quiere, por lo que actúa mediante la coacción, la fuerza y la violencia pero siempre controlando dónde está el limite, sabiendo separar vida privada de trabajo. De la Torre encarna al mejor personaje.
A medida que vayamos avanzando en el film, profundizaremos en el interior de Rafael y veremos a un hombre atormentado, de buen fondo y que no es tan arrogante como parece. Mario Casas (“Tres metros sobre el cielo“, 2010), da vida a Ángel, un joven agente que aspira a ser inspector, tolerante y benevolente hasta que empieza a darse cuenta que está harto pringar y ver como toda una tarde de detenciones no sirve de nada al ver a la mañana siguiente a los mismos traficantes en la misma esquina trapicheando.
Ángel empieza a tomar conciencia de que sale más a cuenta convertirse en un policía corrupto en los tiempos que corren, sin pensar en las consecuencias a largo plazo. Notable interpretación de Casas en la que hubiera alcanzado una mejor nota si se hubieran omitido un par de escenas del principio hechas expresamente para las chicas en las que solo se ve el cuerpo de gimnasio de éste actor y nada más. Por lo demás, espero que con el tiempo deje de ser un producto de marketing (no nos engañemos, si la mayoría de chicas van al cine es por ver el “cuerpazo” de Mario Casas).
Alberto Rodriguez no conforme con presentarnos a unos personajes perfectamente definidos, nos sumerge en esa Sevilla previa a la Exposción Universal de Sevilla del año 1992. Se adentra en los bajos fondos y barrios marginales donde hay trapicheos y prostitución en cada esquina.
Realiza una recreación impecable de la época, llegando el espectador a introducirse de pleno en lo que está viendo. Para ello, Rodriguez no se conforma con hacernos una simple recreación con cuatro automóviles de época (espléndidos planos del Renault Fuego), sino que veremos retransmisiones televisivas o de radio que nos meterán más en la película.
Las escenas en las que se avanza en el tiempo pasando de un año a otro mostrándonos como va avanzando la construcción son una maestría. A su vez, nos vamos acercando a 1992 y los protagonistas van estando cada vez más a contrarreloj para lograr limpiar Sevilla de la delincuencia.
“Grupo 7” logra también reflejar esa parte en la que los que hacen el trabajo sucio nunca salen en la fotografía ni nunca son reconocidos por su trabajo, mientras que el comisario que solo manda e impone, es quien acaba llevándose las distinciones y fama. Aparte, va más allá siendo algo más que un simple drama policial en el que se prescinde de grandes efectismos para mostrarnos la realidad tal cual es, una realidad que no recordaba haber visto desde “The Wire” y los bajos fondos de Baltimore.
A medida que vayamos avanzando en el film, profundizaremos en el interior de Rafael y veremos a un hombre atormentado, de buen fondo y que no es tan arrogante como parece. Mario Casas (“Tres metros sobre el cielo“, 2010), da vida a Ángel, un joven agente que aspira a ser inspector, tolerante y benevolente hasta que empieza a darse cuenta que está harto pringar y ver como toda una tarde de detenciones no sirve de nada al ver a la mañana siguiente a los mismos traficantes en la misma esquina trapicheando.
Ángel empieza a tomar conciencia de que sale más a cuenta convertirse en un policía corrupto en los tiempos que corren, sin pensar en las consecuencias a largo plazo. Notable interpretación de Casas en la que hubiera alcanzado una mejor nota si se hubieran omitido un par de escenas del principio hechas expresamente para las chicas en las que solo se ve el cuerpo de gimnasio de éste actor y nada más. Por lo demás, espero que con el tiempo deje de ser un producto de marketing (no nos engañemos, si la mayoría de chicas van al cine es por ver el “cuerpazo” de Mario Casas).
Alberto Rodriguez no conforme con presentarnos a unos personajes perfectamente definidos, nos sumerge en esa Sevilla previa a la Exposción Universal de Sevilla del año 1992. Se adentra en los bajos fondos y barrios marginales donde hay trapicheos y prostitución en cada esquina.
Realiza una recreación impecable de la época, llegando el espectador a introducirse de pleno en lo que está viendo. Para ello, Rodriguez no se conforma con hacernos una simple recreación con cuatro automóviles de época (espléndidos planos del Renault Fuego), sino que veremos retransmisiones televisivas o de radio que nos meterán más en la película.
Las escenas en las que se avanza en el tiempo pasando de un año a otro mostrándonos como va avanzando la construcción son una maestría. A su vez, nos vamos acercando a 1992 y los protagonistas van estando cada vez más a contrarreloj para lograr limpiar Sevilla de la delincuencia.
“Grupo 7” logra también reflejar esa parte en la que los que hacen el trabajo sucio nunca salen en la fotografía ni nunca son reconocidos por su trabajo, mientras que el comisario que solo manda e impone, es quien acaba llevándose las distinciones y fama. Aparte, va más allá siendo algo más que un simple drama policial en el que se prescinde de grandes efectismos para mostrarnos la realidad tal cual es, una realidad que no recordaba haber visto desde “The Wire” y los bajos fondos de Baltimore.