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España España · Sevilla
Voto de dandyboy:
6
Drama El escritor irlandés Oscar Wilde fue un genio, un hombre que tuvo la osadía de enfrentarse a los tabúes, a la hipocresía y a la estupidez de la sociedad británica y, precisamente por ello, acabó siendo procesado y encarcelado. La suya fue una vida llena de escándalos y de éxitos en una época en la que ser diferente se consideraba un delito. (FILMAFFINITY)
19 de diciembre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wilde es un personaje mundano que actúa siempre de cara a la galería, le gusta ser el centro de atención y no rehúye la polémica, esto y su estrafalaria manera de vestir le convierten en un dandi de la más alta escuela. Su personaje es seductor pero polémico y destaca por su ingenio y por su asombrosa y deslumbrante personalidad, conocerle es un reto para cualquier mortal. Wilde lanza un desafío a la sociedad victoriana que consiste en vestir bien y hablar con mordacidad. Esta versión posmoderna de Óscar Wilde no está exenta de reproches pero puede llegar a ser considerada como la biografía póstuma del genio.

La sombra de Wilde es alargada y llega hasta nuestros días; su conducta puede ser tachada de inmoral pero su encanto y su magnética presencia nos restituyen frente a cualquier veleidad achacable a su persona. Él es un dandi, un esteta, y antepone siempre la belleza al bien moral. El dandi puede perdonar un error siempre que éste no sea vulgar. Su vida es un ejemplo claro de cómo nuestra sociedad a veces castiga a las personas por su talento.

Wilde se atrevió a ser diferente y lo pagó caro. Su vida es parecida a la de un mártir religioso y de ella podemos extraer alguna valiosa lección. Las nuevas generaciones sabrán sacarle partido. El vestuario es deslumbrante y el personaje está muy bien caracterizado, pero Óscar Wilde fue algo más de lo que se nos presenta en la pantalla. Pienso que a la hora de profundizar en la psicología del personaje la película se queda corta; quien quiera conocer de verdad a Óscar Wilde tendrá que buscar en otra parte.

A Jude Law le va muy bien el personaje de Lord Alfred Douglas -a la sazón amante de Wilde-; ambos rivalizan en juventud y belleza. Óscar Wilde fue uno de los personajes más influyentes de su tiempo pero dio con sus huesos en la cárcel y ya no pudo reformarse; su historia es trágica. Por eso me repele un poco la frivolidad con la que está tratado el personaje; a pesar de su porte mundano Wilde fue una especie de santo, un mártir de la Belleza que entregó su vida a la causa que él más amaba. Hizo de su vida una magnífica obra de arte y esto ha quedado para la historia; vestir bien no fue su único talento, Wilde fue un adelantado a su tiempo en muchos aspectos.

Nuestro personaje se mueve como pez en el agua en el ambiguo terreno de las apariencias pero no deja de ser un irlandés foráneo en su propia patria y de ascendencia marcadamente católica. Esto está presente en toda su obra, si bien no de manera evidente. La vida de Wilde es el canto de un cisne lastrado por su grandeza a quien sus enormes alas no le dejaron volar. La viveza de su ingenio no ha muerto, sigue presente en su obra y en su legado artístico. Wilde vivirá siempre y la huella de su biografía aún ha de ser explotada. Quien no haya aprendido esto no ha comprendido a Wilde.

El espectador que quiera disfrutar con las ocurrencias de un personaje de altura puede ver esta cinta, no le defraudará ...
dandyboy
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