La utilización abyecta de redes sociales y mensajería instantánea para difundir imágenes que no deben salir del ámbito privado y la repercusión de esto en la vida de cualquier persona por supuesto que da pie a una historia que te engancha pero que acaba desinflándose por las contínuas moralinas metidas con calzador que no se dejan fuera ni uno de los tópicos: los nazis que pegan a los homosexuales (ni hablar de los problemas que están teniendo en el país vasco al respecto con agresores de otros países y religiones, faltaría más), los empresarios todos unos malísimos explotadores abusones machistas y misóginos, se vende como normal que una mujer pueda robarle el móvil a un hombre fingiendo ante la policía ser agredida mientras ella agrede sin motivo con spray de pimienta y, por supuesto, que no falte el marido buena gente que nos cae bien por cojones pero que debe ser un blandito cuyo único objetivo vital sea "estar tranquilo" y ocupar su tiempo "en cantar" como le dice repetidamente la empoderada protagonista.

La historia de Anne (no sé si llamarla principal o secundaria) naufraga en algunos aspectos pero está correctamente llevada y la intriga política, pese a algunas reacciones incomprensibles, también pero reincidir en el mismo asunto ya también con la hija de la protagonista, se va de madre.

Pudo ser mejor