Ahora bien, por mucho que el director también nos diga, ¡ojo, que ésto no siempre sale bien! La sensación que a mi me queda es otra. Me queda que la vida de María no es un camino de rosas, de acuerdo, pero tampoco es una absoluta mierda. Ni aunque lo fuera!. María tiene una hermana insoportable, va a tener un hijo con un bobo y tiene un jefe que es un hijo puta. Y ¿qué?. ¿Cuánta gente hay peor que ella? ¿Cuánta gente que se mata a trabajar, aguantando jefes más hijos de puta, o buscando cualquier clase de trabajo?. Y ella elige el camino fácil. Porque es el camino fácil, por muy mal que lo pase en el trayecto. Y eso vende la película. ¡Cuidado que puedes morir o caer preso! Sí, pero tienes un 50%. Una mula cae presa, otra muere, otra vuelve a comprarle una casa a sus padres (comprar una casa!!!!) y nuestra María, llena eres de gracia, se queda en los USA a empezar una nueva vida.

Amén de que, cuando María llama a su casa para ver si están bien, me esperaba que el teléfono lo cogiera su amigo el de la moto, porque no me cuadra mucho que se escapen con toda esa farlopa y se queden esperando a ver si aparecen a devolverla.