Media votos
5,8
Votos
1.211
Críticas
7
Listas
5
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de davidmendez:
10
8,0
21.701
Drama. Comedia
Después de obtener un éxito rotundo, un director de cine atraviesa una crisis de creatividad e intenta inútilmente hacer una nueva película. En esta situación, empieza a pasar revista a los hechos más importantes de su vida y a recordar a todas las mujeres a las que ha amado. (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando ya llevaba vistos 30 minutos de esta película pensé: ¿cómo puede hacerse una película que con semejante follón? Ante este sin sentido, para combatirlo, o quizá solo para hacerlo soportable, están los comentarios del personaje del guionista que nos ofrecen una interpretación de todo lo que vamos viendo, como la frase que he puesto en el título.
Aun así según van pasando los minutos, incluso una vez que se ha terminado el film, todo va ordenándose poco a poco. Más que ordenándose, perdonadme la imprecisión, hablaré de lo que me ha ocurrido a mí, lo que he hecho ha sido ir identificándome. No deja de ser curioso; no soy cineasta ni ejerzo ninguna otra profesión artística, tampoco mentiroso (no soy tan listo), ni infiel, ni creyente. Aun así esta película me muestra aspectos tan íntimos que me revuelven las tripas. Por ejemplo, su obsesión y su incapacidad para hacer algo sincero, la sensación continua de traicionarse a sí mismo, su inconstancia. No se puede decir la verdad si no se conoce. No se puede decir lo que uno quiere cuando es imposible conocerse a sí mismo. Curiosa esta última expresión ¿verdad? “conocerse a sí mismo”. Es la segunda vez que la utilizo y tiene un algo de odioso, de incoherente, de redundante, como poner un espejo frente a otro y nunca llegar a ver lo que reflejan.
Aun así según van pasando los minutos, incluso una vez que se ha terminado el film, todo va ordenándose poco a poco. Más que ordenándose, perdonadme la imprecisión, hablaré de lo que me ha ocurrido a mí, lo que he hecho ha sido ir identificándome. No deja de ser curioso; no soy cineasta ni ejerzo ninguna otra profesión artística, tampoco mentiroso (no soy tan listo), ni infiel, ni creyente. Aun así esta película me muestra aspectos tan íntimos que me revuelven las tripas. Por ejemplo, su obsesión y su incapacidad para hacer algo sincero, la sensación continua de traicionarse a sí mismo, su inconstancia. No se puede decir la verdad si no se conoce. No se puede decir lo que uno quiere cuando es imposible conocerse a sí mismo. Curiosa esta última expresión ¿verdad? “conocerse a sí mismo”. Es la segunda vez que la utilizo y tiene un algo de odioso, de incoherente, de redundante, como poner un espejo frente a otro y nunca llegar a ver lo que reflejan.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Entrando en detalle, me ha impactado mucho la parte en la que el protagonista tiene que elegir a los personajes para su película y las personas a las que interpretan los están viendo; sin olvidar que estos son a su vez personajes de otra película.
También merece un comentario la escena en la que recuerda cuando machacaba la uva de niño con sus hermanos, los besos de su madre y las historias que le contaba su hermana. Es escalofriante y tierna.
¿Qué conclusión podríamos sacar de 8 ½? ¡Menuda pregunta! Como si todo tuviese, por necesidad, que reducirse a unas pocas palabras. No son acaso las palabras engañosas, impotentes, para describir la realidad y más aún el rompecabezas que somos. Paradójicamente quizá es esa la “esencia” de la película: uno cree comprender pero, realmente, es una ilusión. Y de esta gran confusión se desprende hasta la impotencia del protagonista para demostrarle su amor a su mujer, más aun, para amarla y adorarla como querría hacerlo.
Gracias.
También merece un comentario la escena en la que recuerda cuando machacaba la uva de niño con sus hermanos, los besos de su madre y las historias que le contaba su hermana. Es escalofriante y tierna.
¿Qué conclusión podríamos sacar de 8 ½? ¡Menuda pregunta! Como si todo tuviese, por necesidad, que reducirse a unas pocas palabras. No son acaso las palabras engañosas, impotentes, para describir la realidad y más aún el rompecabezas que somos. Paradójicamente quizá es esa la “esencia” de la película: uno cree comprender pero, realmente, es una ilusión. Y de esta gran confusión se desprende hasta la impotencia del protagonista para demostrarle su amor a su mujer, más aun, para amarla y adorarla como querría hacerlo.
Gracias.