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Voto de davidmendez:
10
6,8
20.468
Comedia. Drama. Fantástico. Romance
Stephane (García Bernal), un joven diseñador mexicano tímido e introvertido, es hasta tal punto cautivo de sus propios sueños que a duras penas controla su imaginación, que amenaza con imponerse al mundo real. Su madre, que es francesa, le ofrece un trabajo y lo convence para que vuelva a París. Su decepción es grande cuando comprueba que se trata de un trabajo rutinario en una pequeña oficina que comparte con tres singulares ... [+]
27 de mayo de 2013
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leyendo algunas de las críticas anteriores a la mía he podido comprobar que La ciencia del sueño por lo general aburre más que apasiona. Yo ya la he visto un par de veces y me gustó mucho, es más, me sorprendió. Después me he animado a ver más cosas de este director: encontré algunas muy buenas y una bastante mala (su último estreno, l’écume des jours). A pesar de esta mala experiencia, pocos reproches se me ocurren a La ciencia del sueño.
Por ejemplo, puedo decir que la traducción del título al español no me parece buena. En inglés es “The science of sleep”. Creo que en inglés “sleep” solo quiere decir dormir, o incluso sueño pero en el sentido de tener ganas de dormir (que es a lo que me hace pensar la traducción al español). En cambio el título que me parece más adecuado es “La science des rêves” en francés, aunque no sé si es el original con esto de que se trata de una coproducción. Como decía, “les rêves” son los sueños, en plural, es decir, las representaciones psíquicas que se producen durante mientras dormimos y que es de esto de lo que habla la película, y no del sueño.
Antes que una gala de efectos de celofán, como a muchos les ha parecido, yo creo que la película es ante todo una comedia. Michel Gondry, el director y guionista, desde el principio va con todo; estoy pensando en el primer sueño. Su máxima parece “lo bueno si es doble dos veces bueno”. No da tregua y va aumentando, según va pasando el tiempo, la cantidad de locuras por secuencia hasta llegar al final que es incomprensible. Es ahí donde se logra entrever eso, que sin saber lo que es, llamamos realidad.
También los critican al film dicen que tiene una historia vacía. He leído muchísimas comparaciones con ¡Olvídate de mí! y muchas lamentaciones por la ausencia de Charlie Kaufman como guionista. No puedo estar más en desacuerdo. ¡Olvídate de mí! pertenece al género fantástico, inevitablemente los espectadores estamos más lejos de esa situación (que es imposible) y en consecuencia también estamos más lejos de su protagonista. Sin embargo en La ciencia del sueño todo es normal salvo el personaje. El protagonista, Stephane distorsiona la realidad, según progresa la película más la confunde con los sueños y cada vez es más difícil saber cuándo pasa qué, si lo que vemos es un sueño o no. Íntimamente creo que da igual y creo que ni el mismo Michel Gondry sabe cuándo qué es qué. Todo es lo mismo, la realidad es un sueño, es decir, “la vida es sueño”.
He leído que a la película le faltaba una “columna vertebral”, critica un poco menos dura que la anterior. Yo, en cambio, en el film veo una estructura clara: el romance. El chico quiere a la chica y viceversa, pero surgen obstáculos. ¿Qué más se puede querer? Recientemente he visto Taxi driver y Chinatown. Me ha parecido que estas historias tenían más huecos que La ciencia del sueño y que había que echar mano más a menudo a la imaginación para llenarlos. Quizá este es el problema, film depende demasiado del espectador: nuestra experiencia debe poder amoldarse mínimamente a la historia para completarla y que el todo ruede. Pero cada persona es un mundo. Análogamente a lo que dice Borges de la poesía, una película es el resultado de la relación entre la obra y el espectador; una película proyectada en una sala vacía no es nada y si lo es en una sala llena será tantas películas como espectadores haya. Esto no exime todas las opiniones: muchos factores se entremezclan para producir un juicio sobre una película y entre ellos está también el tener el mal gusto.
Aun así si tuviese que dar un consejo a alguien que no ha visto aun la película le diría que más de tratar de comprenderla, la aceptase se entregase a la historia sin pensar en nada más (puede que sea así como deberíamos verlas todas).
Por ejemplo, puedo decir que la traducción del título al español no me parece buena. En inglés es “The science of sleep”. Creo que en inglés “sleep” solo quiere decir dormir, o incluso sueño pero en el sentido de tener ganas de dormir (que es a lo que me hace pensar la traducción al español). En cambio el título que me parece más adecuado es “La science des rêves” en francés, aunque no sé si es el original con esto de que se trata de una coproducción. Como decía, “les rêves” son los sueños, en plural, es decir, las representaciones psíquicas que se producen durante mientras dormimos y que es de esto de lo que habla la película, y no del sueño.
Antes que una gala de efectos de celofán, como a muchos les ha parecido, yo creo que la película es ante todo una comedia. Michel Gondry, el director y guionista, desde el principio va con todo; estoy pensando en el primer sueño. Su máxima parece “lo bueno si es doble dos veces bueno”. No da tregua y va aumentando, según va pasando el tiempo, la cantidad de locuras por secuencia hasta llegar al final que es incomprensible. Es ahí donde se logra entrever eso, que sin saber lo que es, llamamos realidad.
También los critican al film dicen que tiene una historia vacía. He leído muchísimas comparaciones con ¡Olvídate de mí! y muchas lamentaciones por la ausencia de Charlie Kaufman como guionista. No puedo estar más en desacuerdo. ¡Olvídate de mí! pertenece al género fantástico, inevitablemente los espectadores estamos más lejos de esa situación (que es imposible) y en consecuencia también estamos más lejos de su protagonista. Sin embargo en La ciencia del sueño todo es normal salvo el personaje. El protagonista, Stephane distorsiona la realidad, según progresa la película más la confunde con los sueños y cada vez es más difícil saber cuándo pasa qué, si lo que vemos es un sueño o no. Íntimamente creo que da igual y creo que ni el mismo Michel Gondry sabe cuándo qué es qué. Todo es lo mismo, la realidad es un sueño, es decir, “la vida es sueño”.
He leído que a la película le faltaba una “columna vertebral”, critica un poco menos dura que la anterior. Yo, en cambio, en el film veo una estructura clara: el romance. El chico quiere a la chica y viceversa, pero surgen obstáculos. ¿Qué más se puede querer? Recientemente he visto Taxi driver y Chinatown. Me ha parecido que estas historias tenían más huecos que La ciencia del sueño y que había que echar mano más a menudo a la imaginación para llenarlos. Quizá este es el problema, film depende demasiado del espectador: nuestra experiencia debe poder amoldarse mínimamente a la historia para completarla y que el todo ruede. Pero cada persona es un mundo. Análogamente a lo que dice Borges de la poesía, una película es el resultado de la relación entre la obra y el espectador; una película proyectada en una sala vacía no es nada y si lo es en una sala llena será tantas películas como espectadores haya. Esto no exime todas las opiniones: muchos factores se entremezclan para producir un juicio sobre una película y entre ellos está también el tener el mal gusto.
Aun así si tuviese que dar un consejo a alguien que no ha visto aun la película le diría que más de tratar de comprenderla, la aceptase se entregase a la historia sin pensar en nada más (puede que sea así como deberíamos verlas todas).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Entre las cosas buenas que se han dicho sobre la película me ha sorprendido ver varias veces que se remarcase la inseguridad del protagonista. Es curioso ya que es algo que a mi parecer se hace referencia de manera indirecta. Es algo más grave lo que le pasaba a Stéphane; tanto sus deseos como sus miedos transformaban su realidad y se imponían a ella. Es curioso. En cierta medida el mundo se convertía en lo que él quería o temía, es a su vez esclavo y dios, como somos todos en los sueños. También la realidad condicionaba sus sueños. En fin, un difícil flujo en el que todo influye a todo y una cosa se impone a otra gracias a ella.
El personaje de la chica, que tampoco se ha salvado de las malas críticas, a mi me ha parecido muy bueno. Ella ama a Stéphane pero se resiste a entregarse a él porque está simplemente loco. No sé cómo decirlo, así que voy a decirlo malamente: todos podemos amar al genial Don Quijote pero solo un tonto unió su destino a los ademanes de su locura.
El final se distancia de la clave de humor; en él vemos a Stéphane llorando en la cama de Stéphanie, comportándose como un niño pequeño. Es la primera vez que se nos muestra tan claramente pero esto sirve para levantar el velo de nuestro recuerdo y dejarnos ver que él siempre ha sido así.
La película después de tantas risas deja un sabor triste que podría traducirse mal y rápido por esto: locos o no todos somos intratables y cualquier persona que ame a otra tiene que afrontar ese horror.
Es posible que en la película no haya ni la mitad de las cosas que he dicho y que tenga muchas otras que no he visto. En todo caso esta caricatura ha sido la ciencia de los sueños para mí.
Gracias.
El personaje de la chica, que tampoco se ha salvado de las malas críticas, a mi me ha parecido muy bueno. Ella ama a Stéphane pero se resiste a entregarse a él porque está simplemente loco. No sé cómo decirlo, así que voy a decirlo malamente: todos podemos amar al genial Don Quijote pero solo un tonto unió su destino a los ademanes de su locura.
El final se distancia de la clave de humor; en él vemos a Stéphane llorando en la cama de Stéphanie, comportándose como un niño pequeño. Es la primera vez que se nos muestra tan claramente pero esto sirve para levantar el velo de nuestro recuerdo y dejarnos ver que él siempre ha sido así.
La película después de tantas risas deja un sabor triste que podría traducirse mal y rápido por esto: locos o no todos somos intratables y cualquier persona que ame a otra tiene que afrontar ese horror.
Es posible que en la película no haya ni la mitad de las cosas que he dicho y que tenga muchas otras que no he visto. En todo caso esta caricatura ha sido la ciencia de los sueños para mí.
Gracias.