Sigourney Weaver, interpreta con sobriedad y solvencia un jugoso papel que la mantenía hace 25 años, con 45 en una destacada posición, como indiscutible estrella.

Copycat, representa un producto de mediados de los noventa, cuando el cine comenzaba a evolucionar hacia lo que hoy es; pero donde todavía persistían las maneras más clásicas para acometer un thriller de asesino en serie.

Entretenida, manejando con destreza ciertos tópicos de género, y con pocas sorpresas. Liviano entretenimiento, con estupendo final.