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España España · Ciudad Esmeralda
Voto de Jenny Mellor:
7
Romance. Comedia. Fantástico Tim Lake (Domhnall Gleeson) es un joven de 21 años que descubre que puede viajar en el tiempo. Su padre (Bill Nighy) le cuenta que todos los hombres de la familia han tenido desde siempre ese don, el de regresar en el tiempo a un momento determinado, una y otra vez, hasta conseguir hacer "lo correcto". Así pues, Tim decide volver al pasado para intentar conquistar a Mary (Rachel McAdams), la chica de sus sueños. (FILMAFFINITY)
21 de octubre de 2013
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy entretenida, muy naïf en conjunto, a pesar de alguna pincelada suelta más gamberra que le da vidilla.

Ante todo, aporta algo, no sé exactamente qué, pero tiene personalidad, y sobre todo mucha frescura. Aunque todo hay que decirlo, bebe grandes tragos de una idea ya magistralmente usada en “Atrapado en el tiempo” con Bill Murray, y deja un regusto de “ya han hecho caldo con este filete” porque también tiene cierto paralelismo con “Más allá del tiempo”, sensación de dejà vu a la que obviamente colabora que la chica de la peli sea en las dos Rachel McAdams. Pero a pesar de remasterizar estas dos películas, “Una cuestión de tiempo” sale a flote con un soplo de aire fresco.

Sus grandes bazas son el desenfado con el que está concebida, el robaplanos de Bill Nighy, siempre con ese punto de abuelo del rock tan entrañable, y el protagonista, Domhnall Gleeson, actor muy prometedor con capacidad para relevar a Hugh Grant en su papel cliché como inglés encantadoramente torpe y tímido, (cambiando inglés por irlandés) y para hacer mucho más, porque su interpretación, sobre todo en la primera parte, consigue un equilibrio nada fácil entre suficientemente humana para empatizar y suficientemente contenida para no cargar al espectador.

Y digo en la primera parte porque éste es el único fallo que le he encontrado a la película, y es que lo que empieza funcionando porque no se toma demasiado en serio, se vuelve sentimentaloide y trascendental, acabando con una moraleja bastante acertada, pero que acaba con una presentación prometedora que, casi irremediablemente, acaba por no poder ser tan espontánea como pretende.

Como detalle, para los que hayan visto (y los que no, corred a verla) “Withnail & I”, atención a la escena que comparten Richard Griffiths y Richard E. Grant!

En definitiva, una buena dosis de entretenimiento, se digiere fácil y deja buen sabor de boca.
Jenny Mellor
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