Estamos aquí hablando de una película de primer nivel, no solo trató el problema de la homosexualidad cuando aun era un tema polémico sino que lo hizo con una clase y un arte altísimos y de paso nos divirtió y nos hizo reír con actuaciones que le valieron el gusto del público y un montón de premios, un Oscar incluido.

La frase: Toddy: “Eres demasiado atlética para ser soprano”… Victoria: “es que crecí con 3 hermanos”… Toddy: “ah sé de qué hablas…”yo crecí con 2 hermanas”.

La escena: El juego de las habitaciones entre Julie Andrews, Robert Preston, James Gardner y Alex Carras el guardaespaldas (¿se acuerdan de él como el entrañable padre de familia en “Webster”?) es genial como lo es cuando el detective se esconde en el armario del baño y le machacan el dedo.

El momentazo: James Gardner (el machote de Hollywood) está saturado del ambiente gay y entra en un bar de baja estopa, pide un vaso de leche e insulta al tío grandote de al lado y ahí se arma la buena, puñetazos al por mayor, al final la cara de satisfacción de King Marchand (Gardner) cantando con los borrachos y todo golpeado es un poema.

La actuación: Evidentemente corresponde a la gran Julie Andrews pero no dejemos de lado a un Jack Preston extraordinario (Toddy) que con su grave voz actúa genialmente. James Gardner, el machote que se ve envuelto en el mundo Gay, Leslie Anne Warren (Norma) cabaretera vulgar que asume su papel con maestría y el ya mencionado Alex Karras tan grandote (fue jugador profesional de futbol americano) como tierno…y gay.

Hay que entender que en 1982 el mundo apenas se preparaba para aceptar la realidad de la comunidad Gay en el planeta, existía un rechazo brutal y esta película no solo fue valiente al plasmarlo, lo hizo con una elegancia y clase que desarmó hasta al más pintado.

Por último diré que si siempre recomiendo ver las películas en su idioma original, en el caso de Victor Victoria dicha aseveración se hace imperativa, la traducción que circula por ahí al castellano es poco menos que infame al grado de desvirtuar por completo una película en la que lo que se escucha es tan importante como lo que se ve.