Entrañable revisión de La Momia. Con unos decorados que cantan pero cumplen. Poco realismo en la parte de investigación arqueológica, unos actores solventes (eso sí), unos personajes que aparecen de la nada en la historia para decir su texto y... poco terror.
Pero la atmósfera tan sana, interesante, el color tan exagerado en la película y los actorazos de terror Cushing y Lee, además de la curiosidad histórica por la película hacen que la disfrutes. Con simpatía más que con terror, con curiosidad más que con diversión.

La dirección es de otra época, hay que ser justo. Cumple, pese a los años, pero para el gusto actual se queda algo rancia y "casposilla". ¡Que no se me enfaden los fans de la Hammer, que yo también aprecio sus buenos productos!