Tercera parte de esta famosa y exitosa saga que tanto ha recaudado en todo el mundo, es un garimatias sin sentido que resulta bastante decepcionante.
Es un film de casi tres horas de duración que resultan totalmente eternas y que uno no llega a entender que se está contando, ya que la trama pierde el sentido casi nada más empezar.
Y es que el guión es una continuación de la película anterior, pero toda esa novedad se enreda de una forma que no tiene ni pies ni cabeza. Se mezclan unas tramas sin sentido simplemente para ser original, y con la que intenta captar la atención del espectador. Pero lo que produce es un rechazo total ya que uno es testigo de situaciones totalmente incomprensibles donde el mundo de la fantasía se mezcla de una forma que parece escapado de Narnia, en vez de una historia de piratas.
La película es bastante mala y ello es debido a una historia que no convence, y que se alarga innecesariamente durante tres horas. Una duración demasiado excesiva que produce que uno se aburra y que minuto a minuto uno vaya perdiendo el interés en lo que se está viendo.
Los efectos especiales es de lo único sobresaliente en esta película. El trabajo técnico es realmente insuperable y eso le valió una nominación a los Oscar. Sin lugar a dudas es el punto fuerte de esta película, y es el gran pilar para apoyarse y poder atraer al público. Pero este aspecto no es suficiente para convencer al público y crítico durante tres horas de duración.
Interpretativamente la película también funciona. Nuevamente se vuelve a ver el trabajo de Johnny Depp, Keira Knightley, Orlando Bloom, Geoffrey Rush y Bill Nighy; y además se une Chow Yun-Fat. Todos ellos realizan un trabajo aceptable, pero que no se consigue sostener ya que realizan unas escenas que están fuera de sentido y fuerza en la mayoría de las ocasiones.
En fin, "Piratas del Caribe: En el fin del mundo" es una tercera entrega que decepciona más que de lo entusiasma. Y el problema principal es sin lugar a dudas su historia falta de interés, y su larga duración que produce una gran somnolencia ya que no consigue captar la atención del espectador.