Los hermanos Farrelly nos vuelven a demostrar que su humor es muy peculiar, y lo hacen con otra interesante comedia al estilo de "Dos tontos muy tontos" o "Algo pasa con Mary".
Estos directores que narran sus películas con un humor particular, hacen que situaciones extrañas parezcan totalmente naturales, y que personajes inverosímiles llenen sus guiones creando momentos únicos.
En este caso el guión tiene un mensaje muy claro. Hay que juzgar y amar a una persona por su belleza interior y no por la exterior. El mensaje es directo desde el principio, y aunque sea un tema muy utilizado en el cine, en este caso no resulta pesada la historia en ningún momento debido al humor con el que está tratado.
Para que esta película funcione se sirve de dos actores realmente increíbles. Por un lado está un gran cómico (Jack Black) que se va abriendo poco a poco un hueco en el cine, y que vuelve a realizar un personaje bastante extravagante tal y como hizo en "Alta fidelidad". Su réplica la realiza la siempre estupenda Gwyneth Paltrow, una actriz que sabe defender su trabajo con soberbia en cualquier tipo de género. Ambos realizan unas interpretaciones muy divertidas gracias a los contrapuntos que producen ambos personajes juntos en una situación.
En fin, una comedia divertida que sin llegar a ser una de las grandes, cumple perfectamente su función de divertir al espectador y que aparezcan diversas carcajadas.