Mi primera incursión al cine de Kurosawa y, como lo venía previendo, mi primera sonrisa ante Ran. Por lo que acabo de ver Kurosawa se une a esa gama contada de directores con un tono personal fácil de identificar, y en este caso su obra está claramente inspirada en el Rey Lear de Shackespeare.

Sobriedad, cálculo, humor trágico y montaje hiper estudiado: Kurosawa hace del diálogo una descarga solemne e intensa, y de la cámara frontal realidades que arrebatan. No teme acercarse al foco del problema ni alejar el encuadre hasta bordear lo impersonal. Su mayor recurso en Ran lo constituyen esas mega puertas que se abren y se cierran, junto con un poder que todo el tiempo se va de las manos y se filtra para que lo veamos, siempre unidimensional y chocante.

Lo que hace compleja a Ran no es el poder por sí mismo, sino los retorcidos vericuetos familiares: básicamente, si otorgas el poder el otro te tomará por el brazo y si pierdes tu último grano de influencia patrialcal/feudal te asaltará la locura. El poder aquí es sinónimo de identidad y sólo se ejerce, a diferencia de los convencionalismos que estructuran la pirámide de jerarquías, a través de una amoralidad presente en los lazos familiares. No es el ninguneo hacia el "pobre loco" lo que le roba la razón, sino la traición emocional/afectiva que se esconde en cada movida estratégica de la familia.

Como tomar a Shackespeare y retratarlo con respeto o, mejor, como tomar a Shackespeare y construir algo propio a partir de allí. Ran es una obra notable, tal vez no perfecta, pero distinguida, limpia, de trazo contundente y fino.