Para todos aquellos que guardan una chispita de esperanza, Defendor significará una vuelta a las bases más realistas que pueda contener cualquier trasfondo comiquero. Si Superman combatía el mal, era un rubio de ojos celestes; si cualquier superhéroe clásico combatía el mal, lo hacía siguiendo la lógica de patrones sociales ambiguos, pues nadie parece detenerse a pensar si ese malechor que cayó ante la "ley" de Linterna Verde no robaba por hambre, o desesperación.

En cambio de pronto tenemos a un border, un retrasado (un psicótico en realidad porque emite frases que no podrían ser reflexión de un hombre mentalmente limitado) que encarna ese bien sin superpoderes; un bien caballeresco y épico: Defendor es una versión moderna del Quijote (Spoiler).
Desde luego la peli no se aparta de ciertos convencionalismos del género: reconocimiento de la sociedad allí donde en realidad debería ser pura indiferencia; cierta estereotipación de Defendor al realizar actos inusuales no del todo coherentes ndentro del entorno netamente realista de la peli. Pero por suerte en este caso no atentan contra la integridad del mensaje más puro que pueda surgir de una peli de superhéroes: todo jovencito ha abierto alguna vez un cómic, ha visto el carácter del héroe de turno y ha dicho para sus adentros:
"Sí, si me esmerara como él...yo podría hacerlo...". Utopía al fin, pero tan honesta como inolvidable.