Cronenberg asiste agazapado en Un método peligroso. Ignoro si ésto pueda ser tomado como un mérito o como una falencia. Para el caso: la peli, por su apartado técnico y por sus destacadas actuaciones, se aleja de la firma reconocida de su director, se independiza creando un mundo con reglas distintas. Es una obra que...difícilmente guste, y muy probablemente interese a muchos.

Para que algo guste se te debe meter por los poros: si algo no empatiza con tu mundo interior, se ve de lado, desde lejos. Aquí la mente lo és todo: como nos movemos, que decisiones tomamos y cuanto nos rectificamos, o no, ante esas decisiones. La peli es rica en conceptos y en "puesta a prueba", el envase es elegante, refinado, pasado de moda con cierta frescura ante un ayer bien retratado. Las caracterizaciones sostienen todo, el resto es recitar guiones extensos con voces bien moduladas y pasiones reprimidas. Porque si algo está tapado en esta obra es el sentimiento puro, fuera de todo filtro intelectual. Por momentos aparece como secuencias "isla" en donde el sadomasoquismo despierta a un Cronenberg somnoliento que cuida la forma y el mensaje, pero que definitivamente no se suelta. Y no se suelta porque no puede hacerlo. La naturaleza de la obra no se lo permite: imagínense a un Cronenberg exponiendo locuras mentales al estilo de Inseparables, Spider o Una historia violenta...con personajes tan mega ultra catedratizados como Freud o Jung. Ya veo salir a las universidades y/o a los doctores eminentes en bla bla para estigmatizarlo por demonizar a semejantes íconos del conocimiento humano.

Discursivamente es un deleite intelectual para llenar libros que ya están llenados. Y a esos muchos que se les evaporen los diálogos por falta de interés verán en Un método peligroso justamente eso: una peli realizada con métodos peligrosos.