Ciudades sin coches, problema de espacio para vivienda, población mayoritariamente soltera o parejas sin hijos, puestos de trabajos ocupados por máquinas, precarización del empleo restante... futurista, pero no mucho.

The Architect (o Arkitekten, es noruega y ese es su nombre original, no se de dónde viene el inglés) es una serie de cuatro capítulos de 20 minutos. Una película corta si prefieres verlo así. Representa un futuro muy cercano, solo tiene una pequeña escalada de la vida moderna, pero la mayoría de elementos sociales que muestra ya están al día en las grandes ciudades occidentales, estamos en el camino. Aquí lo interesante es interpretar hacia dónde nos llevan esos cambios y esta serie lo hace de manera concisa y con gracia.

El aire de ficción futurística encaja perfectamente con la sátira, permite mostrar un problema actual sin que la generación que ya es propietaria lo vea como una exageración, pero el problema es justo ese, que el fondo de la cuestión ya está ocurriendo, acierta porque representa la actualidad. Como cualquier buena obra de ciencia ficción, no necesita echar tanta imaginación para el conflicto, solo contar la actualidad, como para la forma de contarlo.

Es entretenida, muy fácil de ver, por ese lado cumple de sobra, pero esto es a costa de aligerar con el tono la gravedad del problema que presenta. Es donde creo que más flojea, aunque no diría que el cine (la tv) en general es el mejor medio de concienciación. En definitiva, como producto es genial, pero como sátira podría herir más, aunque puede servir de puerta a que uno indague más en el tema, mejor si es con no ficción, y así descubrir al mirar atrás que la ficción no estaba tan lejos.