Un dicho dice que “El gusto no se discute, se lamenta” y nunca mejor utilizado para reseñar este film. Únicamente de esa forma puede entenderse que a un reducido grupo le parezca fascinante y que otro mayoritario se levante y no termine de asistir el filme. Como me incluyo entre los insanos vi toda la peli y debo reconocer que en algunos puntos me sentí identificado y por eso llegué a reirme con este tipo de humor tan particular y extraño… pero creo que va a despertar muchos detractores y tengo mis reservas para recomendar el film. El guión es muy ambiguo, tiene algunas cositas que pueden ser tildadas de geniales pero creo que la imagen general que da es que el autor estaba alcoholizado o con problemas psiquiátricos. Quizá le falta más trabajo al papel de Emily Watson, esta muy borroso y no se entiende como puede ser atraída por un loco como el que interpreta Adam Sandler… pero es cierto, aquí estaría entrando en un terreno fangoso que me lleva a la reflexión del comienzo (para redimir al guionista aunque era un personaje interesante). La primera media hora es lenta hasta exasperar, luego toma ritmo y se comprende a donde va… aunque en si la historia es muy sencilla, poco pretensiosa y completamente imprevisible (por su locura). Creo que daba para algo más.
Las interpretaciones son muy buenas, la iluminación no me gusto para nada, y no entiendo como gano en Cannes mejor dirección… pero bueno, son cosas que pasan. En síntesis, un film solamente recomendable con muchas reservas para gente que se le atreva… “normales” abstenerse.