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Burkina Faso Burkina Faso · Lolailo
Voto de Buscapé:
8
Terror Una joven (Jessica Harper) ingresa en una exclusiva academia de baile la misma noche en que asesinan a una de las alumnas. La subdirectora del centro es la amable Madame Blank, que brinda a la nueva alumna las comodidades y facilidades necesarias para su aprendizaje. Pero, poco a poco, una atmósfera malsana se va apoderando del lugar, y la estancia de la joven se va convirtiendo en una verdadera pesadilla. (FILMAFFINITY)
29 de marzo de 2014
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dario Argento nunca se ha caracterizado por ofrecer obras redondas: nunca logrará conjugar la estética con la maestría en el libreto.

Pero es uno de los grandes estandartes del Giallo, junto a Lucio Fulci, Lamberto Bava y Franco Ferrini. Y eso se nota, pues si comparamos Suspiria con, por poner un ejemplo, Demons o La Máscara del Diablo, (el remake) desde luego Argento está a años luz de sus compañeros.

Y eso es lo que demuestra Suspiria: desde las incongruencias del guión, las interpretaciones más o menos testimoniales de Jessica Harper o el pelele del Bosé, la cinta es una obra maestra por la suma de todas sus partes: actores que no desentonan, música etérea e hipnótica de los Goblins, y el juego caleidoscopico de tonos fríos y cálidos.

Por no mencionar la belleza oscura y siniestra de los escenarios, de contornos y perfiles sinuosos e imposibles.

A nivel estético es una obra maestra, una lección de arte y puesta en escena al servicio de una historia que se desarrolla poco a poco, pero en firme y que ofrece tanto las habituales escenas gore cutre del Giallo, (el ensañamiento y la poesía como leitmotiv machacón pero efectivo) sobre todo en la primera muerte, un compás de pasos, cuchilladas y escenas oníricas donde no sabes si tildar de burdo y ridículo tanto "gore" o aplaudir con las orejas el espectáculo visual al que estás asistiendo.

La historia es atrayente y como ya he dicho: sinuosa, pero no magistral. Tiene giros pesadillescos, donde no existe una línea razonable o lógica, es como revivir una pesadilla. Pero que ha logrado influir a cientos de películas posteriores, remarcando como hija bastarda "La Secta de la Araña", (1988, Gianfranco Giagni) o la dirección artística de "Hellraiser" (1987) en la escena donde Kristy abre la caja en el hospital y se suceden los mismos símbolos expuestos en Suspiria.

En fin, una gran película, Ángela Carter una vez más dirigiendo los hilos desde el más allá, para ofrecernos una obra deliciosamente horrible.
Buscapé
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