Medianoche, resuello los acordes firmes y cálidos de la Rapshodia Bohemia a manos de Elton John... Su tesitura vocal no casa con la armonía y viveza de su autor original, aquel que partió el mundo en mil pedazos con su voz e histrionismo, daba lugar a un recuerdo en las pantallas... Mientras miles de personas coreaban el mítico puente operístico, vemos a lo lejos, a un hombre de melena lacia, pelirroja, embutido en un kilt escocés de cuero y una remera con el texto "Mean Machine" brincando de un extremo a otro mientras remata los últimos versos de la mítica canción y todo el estadio se viene a bajo ante semejante performance... Pero aun y con todo, ni Axl Rose ni Elton John consiguieron apocopar la maravillosa voz de Freddie.

Aquella noche fue mágica, porque de alguna forma, se había reunido allí lo más granado del rock de la época: Metallica, Guns and Roses, Bowie, Robert Plant, hasta los U2 vía satélite participaron en semejante acontecimiento.

Y a pesar de resultar un evento histórico, donde el regocijo de fans y amantes de la música por igual, se despedían del genio y figura de Mercury para siempre. Al revisitar éste festival de bandas tributando a la reina, la sensación agridulce de perder a Mercurio para siempre impide disfrutar del todo de un evento indispensable para entender la grandeza de las bandas que participan, pero sobre todo la impronta que dejó Freddie en la música...

Indispensable.