Hace ya mucho tiempo que dejé las grandes expectativas arrinconadas antes de ver una película. Y es que muchos han sido los batacazos que me he llevado delante del televisor, o delante de la pantalla del ordenador (hace ya mucho que no voy al cine). Pero de vez en cuando aparecen películas como ésta que te sorprenden. Y lo más extraño de todo. Te sorpenden para bien.

The Hole no solo me ha entretenido. Me ha agradado. No es una gran película, pero es medianamente correcta y decente. La trama tiene varios puntos que flaquean y las interpretaciones no son todo lo buenas que uno quisiera (a excepción de la actriz aparece en el título de esta crítica).

Pero esta película tiene un gran punto a favor: una Thora Birch que siempre desde mi humilde punto de vista borda su papel de chavala desequilibrada - enamorada - sádica - obsesiva. Y Desmond Harrington, al que solo le conocía por su trabajo en la más que mediocre Km 666, pues tampoco lo hace mal, la verdad. Pero el eje de toda la película es indiscutiblemente una preciosa e implacable Thora Birch. Imponente, altiva, desquiciada, hermosa, enferma, perturbada y brutal. Simplemente brutal.