No creo que los imputados en este delito hayan intentado bucear en las técnicas mas vanguardistas para procrear una bazofia tan pestilente.
De hecho, seguro que se han cagado de risa de lo mala y graciosa que les estaba saliendo mientras engendraban el esperpento.
Por lo tanto, ateniéndome a lo que creo que fue el objetivo de su protagonista y productores, considero que les salió de puta madre. Han conseguido hacer enojar a unos cuantos y hacer toser de risa a otros tantos. Yo me encuentro entre los tantos. La vi tres veces. Por lo menos. Pero que esto quede en secreto entre los lectores de esta página. Que no salga de aquí. Porque si alguno de mis conocidos se entera de que me meé de risa (casi literalmente) con el Ali G de los cojones, seguro que bajará el nivel de su opinión sobre mi.
Para verla en casa sin decírselo a nadie. En pijama. Con las patas sobre la mesa. Rascándose los gemelos y adocenando el embite con unos peditos malolientes. Un lujo.