Como lo hiciera con su ópera prima Dae gi eui wang (El rey de los cerdos, 2011) Sang-ho logra construir una historia llena de personajes detestables, cada uno peor que el anterior, donde se muestran los aspectos más crueles y bárbaros de la humanidad.

En el caso de Saibi, la historia se enfoca en la verdad que conoce Kim Mincheol (voz de Ik-joon Yang) y que nadie le quiere creer. Él es un exconvicto, apostador, alcohólico y agresor que regresa a la villa donde vivía para reencontrarse con su familia y darse cuenta del circo que el pastor Choi Gyeongseok (Hae-hyo Kwon) está realizando.

Choi llega al pueblo ofreciendo un nuevo lugar para vivir moviendo la fe de lo pobladores, les vende la idea de fundar una comunidad religiosa debido a que estas personas deben movilizarse por la construcción de un represa, pero en el fondo es un vil estafador que engaña a las personas por lo que está siendo buscado por la policía.

Los esfuerzos de Mincheol son completamente infructuosos, mientras la mentira comienza a hacerse cada vez más grande, además de los actos violentos que se ciñen en pantalla de forma recurrente. La estructura creada por el pastor y el juego con la fe de sus seguidores, es más que suficiente para mantenerse a flote e ingeniárselas para salir adelante.

Saibi es una gran propuesta de parte de Sang-ho, con una animación excepcional llena de detalles y una historia que bien puede trasladarse a cualquier parte del mundo.

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