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Costa Rica Costa Rica · Guápiles
Voto de 10P24H:
10
Drama. Comedia Sombra y Santos viven afincados en un apartamento al que hace tiempo ya le cortaron la luz por no pagar la renta. Reciben la visita del hermano menor de Sombra, Tomás, enviado por su madre porque ya no se soportan. La llegada del chico cambia las cosas y deciden todos emprender un viaje para rendir homenaje a un músico mítico que oía el padre de Sombra y Tomás, que nadie conoce, y que según ellos pudo haber salvado al rock mexicano. (FILMAFFINITY) [+]
14 de noviembre de 2014
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para hacer cine se ocupa talento, claro que algunos privilegiados tienen mucho más que otros, este es el caso del mexicano Alonso Ruizpalacios, realizador que inició en el mundo artístico como actor y director de teatro, para luego enfocarse en hacer cine, de forma autodidacta. Se le podría considerar como un rebelde con respeto por la academia, con una narrativa agresiva entra fuerte en el panorama cinematográfico como una brisa fresca.

Luego de dos cortometrajes galardonados con el Ariel (que se pueden encontrar fácilmente en la red), Ruizpalacios da el brinco elaborando su primer largometraje, con guion propio que al quedar varado en cierto momento de escritura invita a ser participé a Gibrán Portela. Una obra a la que le transmite algunos elementos de sus cortos: el blanco negro, el humor ácido e inesperado, la afición por los globos, viajes y cierto manejo de secuencias.

El film se encuentra ambientado en la actualidad, tiene como contexto una huelga universitaria de los estudiantes de la UNAM. Tomás (Sebastián Aguirre) es un chico que es enviado al D.F por su madre para pasar una temporada con su hermano Sombra (Tenoch Huerta), universitario que está en “huelga de la huelga” que pasa sus días junto a su compañero Santos (Leonardo Ortizgris) en un apartamento convertido en pocilga.

Ambos están varados al igual que la tesis que deberían estar realizando, la huelga les vale madre no están ni a favor ni en contra, pasan sus días en la inmundicia alimentando la pereza que les carcome la vida, Tomás comienza a ser imbuido por este desolado paraje, intenta resistir. El giro a todo esto lo trae Epigmenio Cruz, una vieja estrella del rock mexicano olvidada que está a punto de morir, las circunstancias mueven a los tres personajes a salir en busca de este mítico hombre.

Cuando pensaba en Güeros, un film exitoso por cuanto festival de cine pasó, galardonado en Berlín, San Sebastián y Tribeca, lo pensaba como una road movie común, sin mayor alarde, que pudiera ser una historia de superación moviéndonos de un punto X a un punto Y, así sin mucha complicación. De ahí que existiera en demasía curiosidad por visualizarla y ver que tanto se alardeaba de ella, más equivocado no podía estar.

Ruizpalacios sorprende en su Opera Prima con una riqueza visual y argumental total, una explosión de creatividad detrás del guion y la cámara impresionante, rompe el molde de la comodidad, de lo que se acostumbra a realizarse. Y a pesar que su film es el típico en blanco y negro con unos personajes nada llamativos que busca jugar de inteligente y llegar a algún festival en europa, él si consigue pegar con su propuesta.

Por esto hablo de que es un rebelde, un agresor de la cinematografía, un tipo que sabe engalanar sus imágenes, un hombre que no se cansa de llevar la cámara en mano, de jugar a gusto con un sinfín de planos, con manejar el sonido a su antojo, con romper lo obvio, con hacernos reír con y de sus personajes, un humor ácido, inteligente por momentos tonto en otros pero gracioso al fin de cuentas.

Un trabajo del cual se desprenden muchas lecturas, hay un evidente trasfondo social que es representado con esta huelga universitaria ficticia (muy similar a la del 1999-2000), en un momento donde casualmente la sociedad mexicana sufre momentos álgidos y críticos precisamente entorno a estudiantes universitarios. ¿Es quizá esta una representación para llamar la atención a sus coterráneos para despertarlos de un letargo de años?

Esto se puede empatar con la figura que representa el músico olvidado, un tipo que según mencionan los personajes pudo haber salvado el rock mexicano e hizo llorar a Bob Dylan. Es la gran estrella olvidada, la figura histórica que nadie recuerda que va agonizando lentamente. Una historia que se olvida se convierte en el pecado más grande para una sociedad.

Así mismo está la connotación del güero, que divaga a lo largo del relato y que es definida a inicio de metraje, está la evidente diferenciación entre Tomás (rubio) y su hermano Sombra (moreno). Estos jóvenes que se mueve en su viaje pasando por distintas zonas del Distrito Federal, donde son señalados como tales aunque ellos no se sientan de esa forma, ya sea perdidos en un barrio o en una “piscina.”

Por otro lado, Ruizpalacios realiza algunas referencias al cine (ya una mencionada), donde incluso juega por un corto momento con esta idea del cine dentro del cine. Son chispazos de genialidad que son recurrentes a lo largo del guion, lo que hacen la visualización del film muy agradable, Güeros es un placer para la vista, para el oído y para el intelecto, un trabajo enorme y arriesgado, un gran montaje y selección musical, una joya en el máximo sentido de la palabra.
10P24H
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