Vancouver, 1978. La película se centra en la relación amorosa entre Paul Snider (Eric Roberts), un tipo charlatán, vividor y sin un trabajo estable, y Dorothy Stratten (Mariel Hemingway), una hermosa joven de 18 años, por azar y la viveza de Snider, logra ver el potencial de la chica como modelo hasta el punto de llegar a hacer una chica playboy, e incluso playmate del año, en el camino él se convierte en su manager y esposo.

Star 80 es el quinto y último largometraje del realizador Bob Fosse, quien funge nuevamente como guionista, basándose completamente en una historia de la vida real. Este es considerado su film de menor calidad, sin embargo, mantiene un buen nivel. La deconstrucción del personaje interpretado por Roberts se presenta muy bien, desde el principio se muestra la desfachatez de persona que es, pero el camino obsesivo y sórdido que toma y que vamos conociendo lo hace temible.

En ese sentido, a pesar de mostrarse como un hombre seguro de sí mismo, conquistador por excelencia, tiene una debilidad, que no es una persona conocida, quiere ser famoso, una estrella. Lo consigue a medias, porque lo logra de la mano de Dorothy, quien consigue ser su nexo para conocer a personas famosas, fantaseando con tener una amistad con ellos cuando la realidad es que apenas y lo alzan a ver.

El film es presentado como una retrospección que se realiza de los protagonistas, algo similar a lo que Fosse había hecho en Lenny (1974). Por lo cual, desde un inicio conocemos la resolución de la historia, de ahí que lo importante es ver cómo se llega a tal punto, ciertamente resulta chocante esos momentos finales. Hay que decir que en el desarrollo del film, este se estanca sobre la mitad, le cuesta avanzar y se vuelve un tanto repetitivo.

Star 80 es un buen film, a pesar de que no deslumbra ni es tan virtuoso como los tres trabajos previos de Fosse, logra entablar un buen trabajo con una historia terrible, las interpretaciones de los protagonistas están muy bien conseguidas, pero en especial Eric Roberts que está soberbio.