Típico biopic y producción hollywoodiense con autocensura incluida, pero con un regusto final de los más agradable y una serie de momentos difíciles de olvidar. No es nada original, es predecible y todo lo demás, pero tiene algo especial, nos llegamos a creer todo lo que nos cuentan, nos llegamos a emocionar con un John extraordinariamente encarnado por Joaquin Phoenix, y con una Resee Witherspoon (nunca me llamó la atención esta chica) que brilla en cada momento en que aparece. Ambos forman una pareja carismática, con gancho y no empalagosa, que no es decir poco.

James Mangold ha sabido captar la esencia y emocionarnos con una historia como tantas otras del mundo de la fama. En las dos horas largas no nos llegamos aburrir de las andanzas de Johnny, inlcuso al final nos quedamos con ganas de un poquito más, de ver cómo continúa la historia, mientras que otros biopics a esas alturas cansan (sin ir más lejos "El Aviador").

Lo mejor: Las interpretaciones, la música y la falta de pretensiones más allá del entretenimiento.
Lo peor: Nada nuevo bajo el sol.