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España España · MADRID
Voto de Laura:
7
Drama Romeo es un médico de casi 50 años que dejó atrás las ilusiones relacionadas con su matrimonio, ahora acabado, y su Rumanía, destrozada por los acontecimientos. Para él todo lo que importa ahora es su hija, de 18 años. Tras los exámenes finales, la joven irá a estudiar a una prestigiosa escuela en Inglaterra. En la víspera del examen, la hija es atacada en la calle. A partir de entonces, hará todo lo posible para garantizar que ello no ... [+]
27 de enero de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los exámenes (Cristian Mungiu, 2016) no es una película fácil de ver, posiblemente como todas las de Mungiu, pero en este caso esa complejidad y desasosiego está presente desde el primer plano, a través de esa piedra que impacta contra la ventana del comedor de Romeo, iniciando así esta historia de padres, hijas y sueños rotos.

Situada en Rumanía, Los exámenes se centra en Romeo, un reputado médico, y Eliza, su hija adolescente que está a las puertas de los últimos exámenes para salir de Rumanía e ir a estudiar a una universidad de Inglaterra. Plan que se verá trastocado, tras el asalto que sufrirá Eliza en la calle y que dejará a la chica herida y en desventaja para llevar a cabo los exámenes. Pero que sin embargo no hará mella en el padre, que aunque quiere con locura a Eliza, no puede permitir que su hija permanezca en el país y desaproveche la opción de poder estudiar en el extranjero. Romeo no es capaz de imaginar a su hija en Rumanía, como decidieron hacer él y su mujer, y en su afán por darle a su hija un buen porvenir, deposita todas sus esperanzas y frustraciones en la joven Eliza. Obviamente Romeo no es consciente, pero su desasosiego le conducirá por un viaje sin retorno, en el que su reputación y moralidad quedarán en entredicho. Porque ¿es aceptable infringir las reglas por un bien mayor? En el caso de Romeo parece que la respuesta es afirmativa, pero como todas las cuestiones planteadas por Mungiu, en su cine, no es de fácil contestación.
Y igual que con la moralidad de los actos ocurre con la capacidad de reacción de alguien que se asfixia. ¿Hasta dónde es capaz de llegar alguien que está desesperado? Si nos dejamos guiar por Los exámenes da la sensación de que cuando no hay salidas somos capaces de pisotear cada uno de nuestros principios. Da igual que seas un respetado médico (aunque de ambigua vida emocional), un inspector o un hombre de negocios, todo queda olvidado y uno solo se centra en la forma de salir del tunel.

En este caso, el tunel es grande y lo configura el país de Rumanía. Un país corrupto, con una sociedad viciada y burocrática, en la que no queda rastro de humanidad. Vemos humanos, pero poco a poco vamos descubriendo que apenas hacen gala de su condición, ya que todo parece tener un precio y hasta los novios hacen omisión de su deber de ayuda a su novias, en los momentos de riesgo.

Una película angustiosa, de profundos silencios y perros callejeros. De chanchullos y tratos a escondidas, pero de una gran verdad y compromiso con el pueblo natal de Mungiu. Con una estructura que puede parecer circular, con ese enigmático final en el que Eliza se hace la foto de clase, en el patio del instituto. Porque de alguna forma los destinos de Romeo y Eliza están condenados y enraizados, en un juego macabro, que comienza con la piedra rompiendo el ventanal de la casa. Un elemento de luz en un país repleto de sombras y de piedras en los bolsillos. Una Rumanía que más que un hogar se alza como una condena para Romeo y su familia.
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Laura
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