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Voto de a90sm:
2
4,5
15.102
Comedia. Fantástico. Romance
Nueva versión en clave de comedia del cuento de Blancanieves, esta vez narrado desde el punto de vista de la malvada madrastra. Siete valerosos y rebeldes enanitos ayudarán a Blancanieves a reclamar sus derechos al trono que le pertenece por nacimiento y a conquistar al Príncipe con el que pretende casarse la temible Reina. (FILMAFFINITY)
25 de diciembre de 2012
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
25 de diciembre. Termino la copa de Baileys y me digo, vamos a ver una peli de las que me bajé ayer… Veo “Mirror, mirror”, digo, bueno… es Navidad… Pasan los primeros 5 minutos y pienso que puede estar bien, entretenida y agradable… hasta que aparecen sus cejas. Después, no puedo pensar otra cosa… ¿Pero por qué no se hace las cejas?
Antes de pasar al spoiler, que te pido que veas pues así te ahorras desperdiciar dos horas de tu vida, comentar la desgracia que supone ver cómo se malgastan millones en efectos especiales, animación, decorados, vestuario... en hacer mierdas como esta o como la nefasta "Alicia" del genio irregular que es Tim Burton.
Antes de pasar al spoiler, que te pido que veas pues así te ahorras desperdiciar dos horas de tu vida, comentar la desgracia que supone ver cómo se malgastan millones en efectos especiales, animación, decorados, vestuario... en hacer mierdas como esta o como la nefasta "Alicia" del genio irregular que es Tim Burton.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Sale Julia y, pensaba que había tocado ya fondo como actriz, pero no… Todavía tiene mucho que ofrecer. Y empiezo a pensar que es una buena actriz, porque hay que ser mala, pero que muy mala, para hacernos sufrir de esta manera. Se suceden las cosas de palacio… ya tengo claro que me espera un gran truño.
Y luego aparece él, el príncipe más tonto que se ha visto. Y las “gracias” de su sirviente que no vuelve aparecer pese a que prometía muchos momentos de vergüenza ajena. Y luego, de la noche a la mañana, la tontaina de Blancanieves decide salir de palacio. Y para pasar desapercibida, no se le ocurre otra cosa que ponerse una capa dorada. Y los guardias, que no la habían dejado salir en 18 años, pues, pues… pues no sé, la verdad que no dejo de pensar en sus cejas, tan negras y densas como esta “película”.
Y Blancanieves baila con el príncipe, y aunque es a la vez muy moderna, escapa al machismo y todo eso… pues bueno, cae en todos los tópicos del “patriarcado”. Y se alía con un grupo de enanos en zancos a los que han debido pagar muy bien para soportar las humillaciones y el escarnio que reciben ante millones de ojos. Y se convierte en una fantástica guerrera que derrota marionetas a las que se le ven los hilos, como a esta “película”, como a este “director”, como a esta “industria del cine”…
Si el “humor” ñoño y patético de hasta ahora me parecía lo peor que había visto… es que no sabía lo que me esperaba… El tontolaba del príncipe se comporta con un perrillo… Ay pero qué gracioso, pero si ni Leo Harlem… Bueno, las cejas con una niña pegada a ellas, una niña moderna claro, de esas independientes, pues bueno, se tiene que preparar adecuadamente con fresas para dale un beso que rompa el hechizo… pero un beso de amor eh, del verdadero… por un tío bueno con un coeficiente inferior al de Sergio Ramos… para hacérselo mirar.
Bueno, que parece que este truño se acaba y para ello, las cejas luchan con una malvada bestia que, oh, sorpresa, está dirigida por Julia Roberts y… oh, más sorpresa, es su propio padre, que no la ha visto en 10 años pero claro, la reconoce automáticamente, a pesar de que él no ha envejecido nada.
Y, aunque Blancanieves se supone que ha derrotado a… no, que sigue con las mismas cejas. Aunque ni ella ni ninguno de los demás ha hecho nada más que “bromas” sin ninguna gracia durante dos horas… A pesar de que ella es superguay e independiente y no le molestan esas cejas para nada… pues bueno, termina sucumbiendo de nuevo al patriarcado.
Y así un cuento innovador, atrevido, arriesgado… sólo incorpora dos cosas a esta fábula al tiempo que la destroza… porque, a pesar de ese baile que te demuestra una vez más que no puedes decir nunca “esto no puede ir a peor”, con lo único que me quedo son con las cejas de Blancanieves.
Hemos encontrado a la hermana secreta de Luis Tosar, qué pena que todo el talento se lo quedase él. Y colorín, colorado, por suerte para todos, este truño se ha acabado.
Y luego aparece él, el príncipe más tonto que se ha visto. Y las “gracias” de su sirviente que no vuelve aparecer pese a que prometía muchos momentos de vergüenza ajena. Y luego, de la noche a la mañana, la tontaina de Blancanieves decide salir de palacio. Y para pasar desapercibida, no se le ocurre otra cosa que ponerse una capa dorada. Y los guardias, que no la habían dejado salir en 18 años, pues, pues… pues no sé, la verdad que no dejo de pensar en sus cejas, tan negras y densas como esta “película”.
Y Blancanieves baila con el príncipe, y aunque es a la vez muy moderna, escapa al machismo y todo eso… pues bueno, cae en todos los tópicos del “patriarcado”. Y se alía con un grupo de enanos en zancos a los que han debido pagar muy bien para soportar las humillaciones y el escarnio que reciben ante millones de ojos. Y se convierte en una fantástica guerrera que derrota marionetas a las que se le ven los hilos, como a esta “película”, como a este “director”, como a esta “industria del cine”…
Si el “humor” ñoño y patético de hasta ahora me parecía lo peor que había visto… es que no sabía lo que me esperaba… El tontolaba del príncipe se comporta con un perrillo… Ay pero qué gracioso, pero si ni Leo Harlem… Bueno, las cejas con una niña pegada a ellas, una niña moderna claro, de esas independientes, pues bueno, se tiene que preparar adecuadamente con fresas para dale un beso que rompa el hechizo… pero un beso de amor eh, del verdadero… por un tío bueno con un coeficiente inferior al de Sergio Ramos… para hacérselo mirar.
Bueno, que parece que este truño se acaba y para ello, las cejas luchan con una malvada bestia que, oh, sorpresa, está dirigida por Julia Roberts y… oh, más sorpresa, es su propio padre, que no la ha visto en 10 años pero claro, la reconoce automáticamente, a pesar de que él no ha envejecido nada.
Y, aunque Blancanieves se supone que ha derrotado a… no, que sigue con las mismas cejas. Aunque ni ella ni ninguno de los demás ha hecho nada más que “bromas” sin ninguna gracia durante dos horas… A pesar de que ella es superguay e independiente y no le molestan esas cejas para nada… pues bueno, termina sucumbiendo de nuevo al patriarcado.
Y así un cuento innovador, atrevido, arriesgado… sólo incorpora dos cosas a esta fábula al tiempo que la destroza… porque, a pesar de ese baile que te demuestra una vez más que no puedes decir nunca “esto no puede ir a peor”, con lo único que me quedo son con las cejas de Blancanieves.
Hemos encontrado a la hermana secreta de Luis Tosar, qué pena que todo el talento se lo quedase él. Y colorín, colorado, por suerte para todos, este truño se ha acabado.