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España España · Lleida
Voto de Uma:
7
Drama. Ciencia ficción. Romance Adaptación de una novela de Kazuo Ishiguro, el autor de "Lo que queda del día", que también fue llevada al cine (James Ivory, 1993). Kathy, Tommy y Ruth pasan su infancia en Hailsham, un internado inglés aparentemente idílico, donde descubren un tenebroso e inquietante secreto sobre su futuro. Cuando abandonan el colegio y se acercan al destino que les aguarda, el amor, los celos y la traición amenazan con separarlos. (FILMAFFINITY)
30 de marzo de 2011
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
(Debo avisar, como tiene a bien de informarme el validador, que el conjunto de esta crítica, y no solo en el spoiler, puede revelar información sobre el argumento de la película. Aunque no les quitará el placer de disfrutarla.)


"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas en la lluvia".

Es una idea muy atractiva para novelistas, guionistas e inventores de historias, el centrarse en seres creados científicamente por el hombre, criaturas que deberían ser insustanciales, pero que terminan desarrollando emociones. Tiene un gran potencial para la metáfora y para el drama. El replicante Roy, en "Blade Runner", puede parecer un monstruo, pero sus pensamientos antes de morir tienen una humanidad desgarradora. Los "replicantes" de "Nunca me abandones", no han visto la Puerta de Tannhäuser, no han estado en Orión ni conocen los rayos C, pero han experimentado cosas igual de gordas, como por ejemplo el amor.

La película tiene como acierto hacer un planteamiento de la historia desde el punto de vista de esos seres supuestamente neutros. Eso favorece la omisión de mucha información científica y filosófica, y orienta al espectador hacia la observación de lo que esos seres son y sienten a lo largo de su existencia. El resultado es una película de una amargura permanente en la cual planean nubarrones de cabo a rabo, sin concesión a la más escueta chispa de alegría. Y es que la primera reflexión que puede suscitar esta película, extrapolable a otros ámbitos, es que hace falta un intangible esencial para que la vida tenga sustancia: futuro.

La película se centra en el periplo de esos seres con fecha de caducidad, fabricados para ser sacrificados como ganado. Lo que más sorprende es que con el avance de la historia uno descubre que son seres primarios, incapaces de contestar su destino. Son, sin embargo capaces de soñar, de comprender su cometido vital, de sentir miedo, celos y envidia, de generar su propia identidad. Con semejante material "humano", el drama está servido.

De paso, puede entreleerse un aviso crítico a nuestras sociedades del hiperbienestar, camino de la hiperasepsia: arrasamos con todo para salirnos con la nuestra, hacemos lo que haga falta para protegernos de cualquier mal, incluso convertirnos en desalmados. Es la lucha por la especie, la vertiente más animal del ser humano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Uma
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