Infiltrados en clase tiene ese aroma de comedieta buddy movie cercana al verano que todos acogemos con cierto cariño. El tándem Hill- Tatum funciona todo lo bien que podría funcionar, y los momentos cómicos están realmente presentes con alguna bajada de ritmo también. Con esto no quiero decir que sea una mala comedia, sabiendo que el cartel propone un rato divertido al menos y que en este caso sí es cien por cien aplicable el famoso término "sabías a lo que ibas".

Tampoco es que haya mucho más que decir al respecto. A los que les encanten este tipo de comedias, la disfrutarán sin escollos. A los que más o menos sabíamos a lo que íbamos, se nos escapará la risa unas cuantas veces. A los demás se nos propone un rato de esparcimiento gamberro con sello yanki durante 1 hora y 45. Francamente en mi opinión, esperaba pasarlo mejor viéndola tras las buenas críticas cosechadas, pero quizá mi listón estaba demasiado alto.

Contiene momentos conseguidos y eso es demostrable, pero tambíen brochazos de humor grueso y facilón del de siempre, propio de los hermanos Farrelly en ocasiones. Por eso subrayo que hay fieles seguidores de este tipo de films, y claro, edades para disfrutar con diferentes clases de humor. Seguramente funcionará en taquilla, porque la química de los protagonistas es evidente y Jonah Hill está en su momento de gracia y nunca mejor dicho.

No esperen algo fuera de lo común porque no rompe ningún cánon, de ahí el título de mi crítica. Sin embargo, como esparcimiento a la americana de una tarde de domingo resulta perfecta, eso sí y es un hecho, no va a desencajarte la mandíbula a base de risas incontroladas.