En el año 2002 me sorprendió una pequeña película de un director Carlos Sorín, cuyo cine hasta ese momento desconocía, me refiero a Historias mínimas. Desde ese momento y en los últimos 10 años cada vez que el director argentino estrena una película voy al cine a verla, pero según van pasando los años encuentra que lo que originalmente veía como innovador se convierte en rutina. No se si será debido a que Sorin se va haciendo mayor o que yo también voy envejeciendo y veo el cine de otra forma. En esta película nos cuenta una historia pequeña, pero que salvo algún pequeño detalle que cuento en mi crítica con spoiler, no tiene mucho interés y hay muchos personajes que encuentro vanales y prescindibles.