Este director finès no necesita de una historia rimbombante o ninguna situación fuera de lo normal, para montar un film de proporciones épicas, es una película en su justa medida, no hay excesos de dialogo, ni falta de expresión, personalmente considero que esta película esta hecha con una precisión emotiva impactante, lo pone a uno en ambiente, es realmente sublime.
Kaurismaki es uno de los pocos directores que conozco que critican sin poner demasiado acento en el contenido neto de la critica, cuestión que se ha convertido en un vicio profesional de todos los directores que podríamos llamar progresistas o de la "nueva-izquierda" la mejor critica es la que no se pone tan explicita, así lo entiendo yo, y parece entenderlo Kaurismaki de la misma manera.
En resumen, podría decir que es una película impactante de humor negro, con un contenido humano que asombra.