Media votos
6,2
Votos
3.102
Críticas
133
Listas
28
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de seagal4ever:
6
5,9
1.392
Thriller
Lova, Milo y Law son tres ladrones de poca monta y bastante patéticos. Tras frustrar un atraco aparentemente perfecto, se dan a la fuga y matan accidentalmente a tres agentes federales. Finalmente, se refugian en un antro de mala reputación donde toman como rehenes a cinco personas. (FILMAFFINITY)
10 de marzo de 2010
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mis principales motivaciones a la hora de ver esta película fueron dos: por un lado comprobar qué tal se desenvolvía Kevin Spacey en la silla de director; y por el otro, ver a William Fichtner en un papel lo más cercano que probablemente haya estado en su vida al de protagonista. "La trampa del caimán" me satisfizo en ambos aspectos, sin embargo, la sensación general que me dejó fue la de un filme con cierto encanto, pero que pese a gozar de un prometedor inicio se va enturbiando progresivamente hasta alcanzar un final demasiado poco convincente (por no decir que casi es descabellado).
La historia narra los intentos de huída de un grupo de malhechores que, sin quererlo, se ven envueltos en una turbia situación que les supera rápidamente. Cuando comienzan a ver en qué lío se han metido, quedarán atrapados en un bar rodeado por policías. Su única baza es que poseen rehenes, pero puedo que eso no sea suficiente...
Lo primero que llama la atención de la cinta es su extraordinario reparto, carente de megaestrellas, pero plagado de caras conocidas como Gary Sinise, William Fichtner, Matt Dillon, Viggo Mortensen, y demás figuras. De entre todos ellos me quedo con el señor Fichtner, actor venerado por mi humilde persona pero que por alguna razón parece estar condenado a ser un eterno secundario, pese a lo cual no puede decirse que le falte trabajo, pues es fácil reconocer su peculiar cara en multitud de grandes producciones hollywoodienses.
De entre el resto destacaría la labor de Matt Dillon, actor que nunca me ha convencido pero que en esta ocasión logra estar convincente en su papel. De todas formas no estaría de más señalar que su personaje era sin duda el que más posibilidades interpretativas poseía. A nivel negativo señalaría a ese monstruo llamado John Spencer, no porque no esté a la altura, sino básicamente porque su personaje es algo así como terciario: sale en contadas ocasiones y no aporta lo más mínimo a la trama. Una verdadera lástima porque Spencer es un tío grande cuya simple presencia ya impone respeto y calidad a cualquier producto en el que participe.
La historia narra los intentos de huída de un grupo de malhechores que, sin quererlo, se ven envueltos en una turbia situación que les supera rápidamente. Cuando comienzan a ver en qué lío se han metido, quedarán atrapados en un bar rodeado por policías. Su única baza es que poseen rehenes, pero puedo que eso no sea suficiente...
Lo primero que llama la atención de la cinta es su extraordinario reparto, carente de megaestrellas, pero plagado de caras conocidas como Gary Sinise, William Fichtner, Matt Dillon, Viggo Mortensen, y demás figuras. De entre todos ellos me quedo con el señor Fichtner, actor venerado por mi humilde persona pero que por alguna razón parece estar condenado a ser un eterno secundario, pese a lo cual no puede decirse que le falte trabajo, pues es fácil reconocer su peculiar cara en multitud de grandes producciones hollywoodienses.
De entre el resto destacaría la labor de Matt Dillon, actor que nunca me ha convencido pero que en esta ocasión logra estar convincente en su papel. De todas formas no estaría de más señalar que su personaje era sin duda el que más posibilidades interpretativas poseía. A nivel negativo señalaría a ese monstruo llamado John Spencer, no porque no esté a la altura, sino básicamente porque su personaje es algo así como terciario: sale en contadas ocasiones y no aporta lo más mínimo a la trama. Una verdadera lástima porque Spencer es un tío grande cuya simple presencia ya impone respeto y calidad a cualquier producto en el que participe.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Respecto al guión, decir que me parece uno de los puntos fuertes del filme, pero al mismo tiempo también uno de los más flojos. Me explico. El planteamiento de la trama es muy atractivo y sugerente, y podríamos decir que todo el primer acto raya a un gran nivel. Del mismo modo, los diálogos destacan por su viveza y naturalidad. Una escena que me encantó fue cuando la prensa entrevista al jefe de policía y éste, para fastidiarles por la jugarreta, emplea un taco y/o insulto por cada tres palabras que dice con el objetivo de que no puedan emitirlo en el telediario diurno.
Sin embargo, en cuanto la situación en el bar comienza a desatarse, la trama cae en picado de manera progresiva: los personajes comienzan a mostrar su peor cara, las situaciones se empiezan a desmadrar (el personaje de Viggo Mortensen es un claro ejemplo de algo que no funciona en ningún momento) y todo termina por convertirse en una situación que bordea el surrealismo en más de una ocasión.
Una pena porque la dirección de Kevin Spacey es ciertamente competente para ser su primera obra. Posee un pulso narrativo excelente y un buen puñado de planos interesantes. La puesta en escena resulta muy llamativa en el sentido de que la acción se reduce prácticamente a un solo decorado, lo que inevitablemente nos remite al mundo teatral (mundo que no le es ajeno a Spacey, por cierto).
En definitiva, podríamos decir que nos encontramos con una obra en cierto modo fallida. Pese a ello, el filme posee sus virtudes y simplemente por ver un reparto tan variopinto y completo como el que integra el elenco de la película ya merece la pena echarle un vistazo. Y del mismo modo que digo que no es ninguna obra maestra, también puedo decir que difícilmente logrará aburrir por su más que destacable ritmo narrativo.
Sin embargo, en cuanto la situación en el bar comienza a desatarse, la trama cae en picado de manera progresiva: los personajes comienzan a mostrar su peor cara, las situaciones se empiezan a desmadrar (el personaje de Viggo Mortensen es un claro ejemplo de algo que no funciona en ningún momento) y todo termina por convertirse en una situación que bordea el surrealismo en más de una ocasión.
Una pena porque la dirección de Kevin Spacey es ciertamente competente para ser su primera obra. Posee un pulso narrativo excelente y un buen puñado de planos interesantes. La puesta en escena resulta muy llamativa en el sentido de que la acción se reduce prácticamente a un solo decorado, lo que inevitablemente nos remite al mundo teatral (mundo que no le es ajeno a Spacey, por cierto).
En definitiva, podríamos decir que nos encontramos con una obra en cierto modo fallida. Pese a ello, el filme posee sus virtudes y simplemente por ver un reparto tan variopinto y completo como el que integra el elenco de la película ya merece la pena echarle un vistazo. Y del mismo modo que digo que no es ninguna obra maestra, también puedo decir que difícilmente logrará aburrir por su más que destacable ritmo narrativo.