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Voto de John Dunbar:
8
Comedia. Acción Adolfo, un treintañero que trabaja de segurata, está pasando una mala racha. No sólo le deja su novia de toda la vida por ser un tipo sin ambición sino que, para colmo, se convierte en el objetivo de una serie de matones liderados por Vázquez, un peligroso criminal que acaba de escapar de la cárcel. Además descubre que su padre tiene una doble identidad. No es un payés dedicado a la producción de embutidos, como él ha creído toda la ... [+]
21 de diciembre de 2017
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Anacleto es un espía de difícil ubicación. Ni su nombre, ni su edad y si se me apura, ni su nacionalidad son la carta de presentación habitual del agente secreto por antonomasia. No delata nada en absoluto, pareciendo impropio de quien acostumbra a jugarse el tipo de forma habitual con licencia para algo más que portar armas. Puede que sea porque la sombra de Bond es muy alargada; Bond, es mucho Bond. En la memoria colectiva reinan él, y otros como él. Pero Anacleto, es Anacleto. Y es único. Genuino. A su manera.
La acertada elección de Imanol Arias para encarnar al popular espía español, una dirección ágil y un buen guión hacen que “Anacleto: Agente secreto” sea emocionante y muy divertida. La réplica principal se la da Quim Gutiérrez, haciendo las veces de hijo suyo que vive en la absoluta ignorancia respecto de quién es realmente su padre. Esto conducirá, tras la revelación obligada del secreto, a un montón de divertidas secuencias protagonizadas por un variopinto reparto.
No faltan las intrigas y traiciones habituales, ni escenas de acción y emoción con las que lidiar. Lo que hace de Anacleto un espía diferente al uso convencional es la utilización de la comedia, a veces bastante disparatada, y coqueteando con la parodia en todo momento, para llegar, ahí sí, a la acción que le da de comer a todo agente secreto que se precie. No es la parodia del absurdo de Johnny English, ni tampoco un agente de campo al estilo James Bond o Jason Bourne con los cuales, por cierto, se juega y se ironiza aquí. De hecho, se les menciona expresamente. Es algo a mitad de camino entre ambos estilos.
Aunque siempre o casi siempre se suele utilizar la expresión -al menos, en términos cinematográficos- "made in Spain" con desprecio y de manera peyorativa, en este caso, hay que decirlo justo al revés, con orgullo y bien alto: Anacleto es un agente secreto español (y muy bueno, además).
John Dunbar
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