El cine de acción de los 70 y 80 dió al panorama cinematográfico un montón de actores y directores especializados en dicho género. La acción posiblemente sea el género más denostado por los críticos (y a la vez uno de los más apreciados por la audiencia) debido a que obviamente la mayoría de los filmes carecen de calidad, con guiones muy poco profundos y actuaciones que dejan mucho que dejan mucho que desear con actores que interpretan con los puños en vez de con la cabeza. En medio de semejante panorama se encuentra James Cameron, un director muy 'listo', que sabe darle a los espectadores lo que quieren ver, al que le da igual gastarse 200 millones de dólares de presupuesto y que al final lo multiplica por cinco. Cameron sabe como renovar un género gastado y vapuleado como es el de acción imprimiéndole lo que muy pocos saben hacer: dar calidad y argumento. Y exactamente eso es lo que tiene 'Mentiras arriesgadas'. Si bien se puede interpretar como otra cinta más para el lucimiento de Arnold y de sus músculos y de una Jamie Lee Curtis en proceso de olvido, el verdadero objetivo de la cinta es entretener, cosa que consigue con creces durante sus largos 140 minutos de duración.

En lo referente a las interpretaciones, Arnold sigue haciendo gran despliegue físico en cuanto a músculos y puños y desarrolla su vena más interpretativa con un personaje con bastante más personalidad que los que ha interpretado anteriormente, resolviendo el asunto de manera interesante. Jamie Lee Curtis se aleja de su género predilecto, el terror, para interpretar a la mujer de todo un super-agente internacional, secundando de buena manera a Schwarzenegger y demostrando tener una aceptable química juntos. Tom Arnold crea un personaje que simpatiza con el espectador y que resulta agradable. Sin embargo, para mí la perla interpretativa merece llevársela un desatado Bill Paxton, con un personaje divertidísimo y que protagoniza algunos de los momentos más divertidos de toda la cinta.

En resumen, una buena película que combina la acción y la comedia con toda la maestría de Cameron. Durante el metraje pasan muchísimas cosas y la trama se alarga y nos muestra los sucesos que viven los personajes con un gran ritmo, sin dejar nada por contar y ofreciendo un magnífico entretenimiento totalmente careciente de pretensiones y que proporciona al espectador una cinta vibrante y ágil que suplirá todas sus carencias en cuanto a cine de acción se refiere.

·LO MEJOR: los momentos de Bill Paxton.

·LO PEOR: el villano no pasará al recuerdo.