Lo mejor: Kate McKinnon
Lo peor: El malo de la película

El reboot de ‘Ghostbusters’ estuvo envuelto de polémica des del primer momento en el que se anunció. Si ya de por sí los reboots suelen criticarse porque en la mayoría de los casos no suelen aportar nada nuevo, éste recibió el doble de críticas por cambiar el género del reparto original. Personalmente, entiendo la crítica a la inutilidad del reboot, pero no al cambio de género. ¿Qué más da? Es más, qué más da que hagan un reboot? Nadie obliga a nadie a verlo. No vayáis y ya está. Nadie arruina la infancia de nadie (como he llegado a leer).
Pero bueno, vayamos a lo importante: la película en sí. Si un acierto tiene la película es sin duda el reparto protagonista. La química entre ellas es indudable y se notan los años de experiencia en Satudary Night Live y otras aventuras humorísticas que han realizado entre todas. De entre ellas, brilla con especial fuerza Kate McKinnon, cuyo personaje está tan lleno de excentricidades, que siempre que sale en pantalla se come a las demás. Así como el punto fuerte son ellas, el débil es el malo. Un malo de manual que existe para justificar la trama y poco más… Olvidable.

Más allá de los personajes, la película mejora a la original en algunos aspectos, como son las escenas de acción. No tiene mucho mérito teniendo en cuenta que existen 32 años de diferencia entre ellas y la tecnología ha avanzado mucho desde entonces. Pero aun así, esto y el variado repertorio de fantasmas son de las cosas que más destacan. Por otro lado, obviamente no es un producto tan fresco como fue la original. Igual de loco, pero sin la frescura que caracteriza a la primera película

En conclusión, el reboot de ‘Ghostbusters’ quizás no es necesario y lo más seguro es que no aporte nada nuevo, pero es un producto digno, lo suficientemente como para entretener, más allá de las polémicas absurdas que la han rodeado.