Mucho frío en Denver durante el invierno como para pasarlo todo entero sin una gota de whisky. Para resolver la papeleta, Frank Wallingham (Keith), un agente de transporte que paga sus impuestos y es "republicano", organiza un cargamento con 600 barriles de licor en 40 carros que conduce un grupo de "sindicalistas" irlandeses.
Pero la noticia se propaga en la prensa y moviliza a la Liga antialcohólica femenina que lidera la dos veces viuda y dos veces guapa Cora Templeton (Remick), dispuesta a liberar de la esclavitud del vicio del alcohol a los honrados habitantes de Denver. También los indios, aunque no leen periódicos, se han enterado del envío y aspiran gustosamente a esclavizarse con ese veneno.
Desconfiados, los mineros de Denver salen asimismo al encuentro de los carros que van escoltados por la Caballería que manda el coronel Gearhart (Lancaster), que protege a la vez a las señoras de la Liga.
El resultado es una excelente comedia musical ambientada en el Oeste con abundantes situaciones cómicas e hilarantes que mueven continuamente a la sonrisa.
Un sólido guion desarrolla el argumento comentado, a través de una serie de escenas brillantes magníficamente interpretadas.
Destacan en nuestra opinión las consultas de los mineros al Oráculo Jones (Pleasence), los desfiles de las sufragistas, los baños tanto del coronel como de Cora o la tormenta de arena en la mañana del día de la batalla, "Un milagro que de tantas balas disparadas, ninguna haya herido a nadie en tan reducido espacio y con tanta gente".
La veteranía matrimonial de Cora la ha hecho una experta en tratar borracheras a base de mantas y de calor "para hacer salir el veneno del cuerpo". Concepto típico de la medicina humoralista hipocrática de fomentar en el organismo la expulsión del "humor pecante", del humor que altera el necesario equilibrio orgánico. Buena conocedora de la anatomía masculina, aplica masajes sobre los tendones que están tensos, "con los nervios trenzados como finas hebras de seda" hasta llegar al "centro neurálgico". Todo para relajar la musculatura, facilitando así "que la sangre fluya lentamente". Interesante personaje que, pese a su militancia antialcohólica, no duda en darle a escondidas a la botella, pero siempre "en dosis medicinales".
Ya la misma presentación de los créditos con bonitos dibujos coloridos mientras suena la música nos pone en antecedentes de lo que va a venir detrás. Excelente también la ambientación, la selección de paisajes, la fotografía y el colorido. Técnicamente impecable, lo mismo que la banda sonora.
Lo peor, la excesiva duración de la cinta, como ya se ha comentado hasta la saciedad.
En cualquier caso una notable comedia que recomendamos, sobre todo al aficionado al western.