No se presta mal el cine gansteril a los toques de comedia y de romance. El cine negro pasa entonces a tener tonos de gris marengo, como el viejo humor de "La Codorniz".
La historia es lo de menos. El Hombre (Walken), un jefe mafioso en silla de ruedas, encarga a un antiguo compinche que ha dejado las armas, Jimmy "El Santo" (García), que asuste un poco al pretendiente de la ex novia del tarado de su hijo. No tiene alternativa y para ello debe rehacer su antigua banda.
El ambiente, desde luego, es funerariamente cómico. Jimmy ha montado un curioso negocio que consiste en recoger en vídeo los testimonios que dejan personas próximas a morir para que sus allegados puedan recordar sus pensamientos. Critical Bill (Williams) usa cadáveres de la funeraria donde trabaja como sacos de boxeo, Pieces (Lloyd) va perdiendo poco a poco los dedos de las manos y de los pies posiblemente por una enfermedad circulatoria.
Pero también románticamente tierno. Y para eso está Jimmy que se mueve como pez en el agua con sus trajes que parecen hechos por el sastre de Humphrey Bogart, entre la bellísima Dagney (Anwar) y Lucinda (Balk), una especie de "Irma la Dulce".
Excelente el guion y excelente la realización que muestran un conjunto de personajes, humanos, muy bien trazados, convincentes en sus excentricidades. Sobre todo Jimmy, comprensivo con los errores de sus hombres y a la vez tierno con sus chicas. Magnífica su interpretación como todo el resto de actores.
En lo negativo pensamos que sobra del todo la "retransmisión" que hace Joe Heff (Warden) de lo que el espectador está viendo en la pantalla en cada momento, tal vez también sobre algo de azúcar en la almibarada dulzura del protagonista.
Una buena película de gansters en clave de comedia romántica. Cine negro que tira a gris marengo, pero recomendable.