Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Lafuente Estefanía:
9
Western. Romance James McKay (Peck), un capitán de navío retirado, viaja desde el Este a las vastas llanuras de Texas para casarse con Pat Terrill (Baker), la hija de un rico ganadero. El choque entre McKay, hombre pacífico, culto y educado, y los violentos y toscos rancheros es inevitable. No sólo tendrá que enfrentarse con el capataz Steve Leech (Heston), sino que incluso su novia se sentirá decepcionada por su comportamiento. Mientras tanto, el padre ... [+]
3 de octubre de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo ocurre por no pagar la manta. Esa costumbre de los pueblos españoles que consiste en mantear un poco al novio que de fuera llega al pueblo para llevarse a la guapa (y rica) del lugar. En Aragón se zanjaba la cuestión invitando el novio a merendar a los mozos del lugar . Es el rito iniciático que se ha dado en todas las culturas. Como vemos también en el Oeste.
Bien que lo sabe Jim McKay (Peck), capitán de barco que viene del Este elegantemente vestido, cuando llega a la pequeña aldea de San Rafael para casarse con Patt (Baker), la rubia hija del acaudalado terrateniente Henry Terryl (Bickford). El primer "recibimiento" se lo conceden los Hannessey, varios hermanos que no parecen tener otra ocupación que holgazanear y emborracharse, que lacean, arrastran y se burlan de Jim que aguanta con temple el "manteo". Sabe que es la costumbre. No ocurre lo mismo con Patt que lo tacha de pusilánime. Igual que hará su estirado padre y el orgulloso capataz del rancho, Steeve Leech (Heston). Este, al día siguiente y delante de todos los trabajadores, le ofrecerá montar a Trueno, un peligroso caballo que hace honor a su nombre. Aquí se equivoca Jim al declinar el "manteo" de los rancheros que vuelven a tacharlo de cobarde. Más tarde domará al caballo acompañado únicamente por el fiel Ramón Gutiérrez (Bedoya), un amable peón mejicano que será luego su principal apoyo en las disputas que van a producirse.
Para completar el cuadro de personajes faltan dos de gran importancia. De una parte Julia Maragón, propietaria del rancho que abastece gratuitamente de agua a los demás (regalo personal del Rey de España a su tatarabuelo), por lo demás mujer de ideas abiertas, de gran delicadeza y maestra del pueblo. Ojo con el pueblo, San Rafael, como vemos tiene escuela, pero no tiene ni sheriff ni saloon, lupanar sí, pues lo frecuentan a menudo los Hannessey. Precisamente el padre de la saga, Rufus, es para nosotros uno de los principales protagonistas. Desde luego el de personalidad más atractiva. Bajo su aspecto gordo y desaliñado se oculta un hombre recto y con ideas claras. Odia a Terryl como Terryl lo odia a él. Es un odio mineral que lleva tras si generaciones cociéndose a fuego lento. La llegada de Jim provocará su estallido. Pero Rufus sabe también que ninguno de sus hijos está a su altura, "¿Y vivís aun ...? Os espantan las vacas y os presentáis aquí sin más?", o cuando el hijo mayor pretende forzar a Julia, su padre, arrojándolo violentamente al suelo, le dice: "Te portas como un perro, camina como él".
En el fondo la película presenta un fuerte choque de personalidades. De una parte el marino que llega del Este, un hombre con estudios de náutica, de familia de armadores, que ha recibido el viento y la influencia de otras culturas. Un hombre abierto de grandes horizontes mentales. De otra la mezquindad y la pequeñez que se esconde en la acaudalada familia con la que va a emparentar, donde los valores que se tienen en cuenta son de lo más primario y elemental. Sí, Patt, la consentida hija ha estudiado en el Este, pero reproduce en lo femenino las limitaciones mentales e intelectuales del padre, lo mismo que ocurre con Steeve el capataz. Han nacido y vivido estos últimos en un lugar de horizontes infinitos, sí, pero tienen también un orgullo de casta que los empequeñece y achica, que los encierra en un mundo muy limitado. En la cinta se reproduce en cierto modo el choque de mentalidades que se da, aunque en otras latitudes muy distintas, en la novela de Pearl S. Buck que lleva por título el que reproducimos en la cabecera de nuestra reseña.
Como en otras críticas se ha hablado ya largamente de la belleza de los paisajes, fotografía, guión, música o interpretaciones, nada decimos aquí de todo ello. Si acaso lamentar que apenas haya un par de referencias sanitaras, cuando Patt se queja del enrojecimiento de su nariz "por haber estado al sol sin sombrero", o cuando el viejo Rufus aconseja a su hijo para cortejar a Julia "Báñate de vez en cuando".
En cualquier caso, no lo duden, estamos ante una de las grandes películas del Oeste.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow