Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Lafuente Estefanía:
8
Drama. Bélico En el Japón medieval, el poderoso señor Hidetora decide abdicar y repartir sus dominios entre sus tres hijos. El menor considera que la idea es absurda y sólo servirá para causar problemas. Su padre, enfurecido, lo deshereda. Muy pronto descubrirá su error: la ambición hará que sus hijos mayores se enfrenten por el poder en una cruenta guerra. Se inspira en el drama de Shakespeare "El rey Lear". (FILMAFFINITY)
7 de setiembre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Sobre la base del drama shakesperiano de "El rey Lear", Kurosawa lleva la acción al Japón medieval donde uno de sus grandes señores, Hidetora (Nakadai), reparte sus posesiones entre sus tres hijos, Taro (Terao), Jizo (Nezu) y el soltero Saburo (Ryû).
Con toda la sabiduría oriental, ignora el padre el refrán "Quien da lo suyo antes de su muerte, merece que le den con un mazo en la frente".
Técnicamente la cinta es impecable. Los paisajes, la disposición y los movimientos de los caballeros en aquellas llanuras, la composición de cada escena, hacen de cada encuadre una obra obra pictórica.
El mismo uso del color, con los soldados de cada uno de los tres ejércitos impecablemente ataviados con los colores amarillo, rojo y azul, moviéndose sobre el verde del campo de batalla. Parece una partida de ajedrez jugada con fichas de parchís.
Cromáticamente de una gran belleza a la que se suma el expresionismo de los celajes, con las nubes indicando el drama que se representa en cada momento.
Porque estamos ante un auténtico drama, una lucha fratricida que enloquece al padre, "En este mundo loco, volverse loco es estar cuerdo".
Drama y venganza con una mujer como protagonista. La esposa de Taro lleva años preparándola en silencio, "Sin las apariencias no sois más que una sombra", hasta que "La gallina hace cantar al gallo", llega el momento de ejecutarla.
Gran guion y gran realización que presenta unos personajes rotundos, convincentes, con escenas de combates dotadas de gran belleza plástica.
Una excelsa película, sí, pero lastrada por su lentitud, por los dilatados silencios. Tal vez demasiados personajes que el espectador, al menos el occidental, no llega a asimilar en su totalidad. Con algunas escenas menos quizás hubiera ganado en fluidez.
En cualquier caso, no se la pierdan.
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow