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Voto de Lafuente Estefanía:
10
Western. Drama La relación sentimental entre Vienna, la propietaria de un salón situado en las afueras de una ciudad del Oeste, y Johnny Guitar, un pistolero con el que se vuelve a encontrar en un difícil momento, constituye todo un clásico que alcanzó un gran éxito de taquilla. (FILMAFFINITY)
17 de agosto de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se atribuye a Cecil B. de Mille la frase que una buena película debe comenzar con un terremoto para que luego el ritmo siga in crescendo.
Y en medio de una serie de explosiones provocadas en lo alto de la montaña por las obras del ferrocarril se presenta Johnny Guitar (Hayden), guitarra al cuello y sin pistolas. Desde lo alto contempla allá a lo lejos el asalto a una diligencia. La tierra se mueve.
Una fuerte tormenta anuncia su llegada en medio del vendaval a Vienna's, un lujoso casino abierto en medio de la nada. Mientras llega el esperado ferrocarril, tres atildados croupiers aguardan en soledad el arribo de los primeros clientes, "Haz girar otra vez la ruleta".
La sala es espectacular. Altos techos y paredes de piedra viva. La escena del encuentro de Johnny con Vienna (Crawford) y el diálogo que sigue entre los dos, lo es todavía más. La profundidad y la densidad de frases rotundas que se pronuncian en esos momentos es de las más altas de toda la historia del cine, hasta el punto que algunas de ellas han pasado a la fraseología popular.
Pero el encuentro, el choque, entre estos dos viejos amantes solo es un anticipo del drama que se prepara, porque de drama se trata. Está también Dancin'Kid (Brady), un pistolero que dirige una pequeña banda (donde milita el peligroso Bart Lonergan, Borgnine), un bailarín que oscila entre Vienna y la otra gran protagonista de la obra, Emma Small (McCambridge).
Es esta una mujer, también de fortísima personalidad, ferozmente enfrentada a la dueña del casino, "Te mataré algún día Vienna. -Ya lo sé, si yo no te mato primero", "¡No verás pasar el ferrocarril! -Aquí pienso que me entierren, pero en el siglo XX". Frases, como vemos, que suenan como disparos secos.
En post de Emma va una corte de anónimos rancheros, el apocado marshall Williams (Ferguson) y un influyente John McIvers (Bond). Al fondo, el temor geológico de los ganaderos a ver mermados sus privilegios con la llegada de nuevos rancheros que con alambradas limiten su libertad de movimientos.
El argumento no es demasiado original, de acuerdo, pero si lo es (y mucho) su forma de abordarlo. Un guion magnífico con un fraseado inteligente y variado, que no queda ensombrecido en absoluto por pequeños fallos como el del comienzo con el cadáver de Small "olvidado" sobre la mesa del casino.
La realización, la dirección, se desarrolla con la precisión de un mecanismo de relojería, incrementando lenta pero inexorablemente la tensión de la trama. Excelente ambientación en interiores y exteriores, la fotografía, el colorido ... Y qué decir de la música con la inmortal balada que lleva el mismo título de la cinta.
Personajes de fortísima personalidad, coherentes, rotundos, sin apenas matices, entre los que destacan muy por encima de los demás las dos mujeres que se erigen en las auténticas protagonistas. Otro western que rompe el falso mito de la "mujer florero".
A destacar el enfrentamiento entre ambas, con Vienna de blanco inmaculado que interpreta al piano el tema central de la película. Como siempre, por encima de los demás. Emma, sin embargo, viste de negro, como todo el resto del pueblo que llega desde el cementerio y que se alinea, ¿se esconde?, formando un triángulo con ella en el vértice.
Es curioso el vestuario de Vienna, comienza con un largo vestido negro como dueña del casino, que luego será lila para las confidencias nocturnas con Johnny, gris discreto cuando marcha al pueblo, blanco crudo para enfrentarse a Emma, camisa roja y pantalones cómodos para la huida a caballo, camisa amarilla y pañuelo rojo para la lucha final. Muchos colores con pocos matices, como su propia personalidad.
Y Vienna siempre en lo más alto. Desde el mismo cartel anunciador, cuyas letras grandes y negras aplastan al resto del elenco e incluso el título de la película. Arriba de la escalinata recibe siempre a las visitas. Al final, desde la cima de la cabaña minera espera también la llegada de Emma y de sus secuaces que quedan allá abajo.
Excelente cinta donde se juntan los elementos básicos que han hecho al western el género por antonomasia: amor, generosidad, fidelidad (precioso el personaje de Old Tom, Carradine), pero también egoísmo, traición y, sobre todo, odio y venganza.
Gran película que hemos re-visto de nuevo el mismo día de la fiesta del patrón, tal como se programaba hace décadas en nuestro entrañable Teatro Ideal Cinema de Calamocha.
Lafuente Estefanía
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