Precioso el comienzo de la cinta. Allá a lo lejos, en medio de un bello paisaje montañoso, marcha la diligencia. En un plano corto vemos que esperan los tres tejanos que van a asaltarla. Son Lorn Reming (Carey), simpático sinvergüenza que lleva la iniciativa siempre, Jim Dawkins (Holden) y Wahoo Jones (Bendix) más serios y un tanto eclipsados por Lorn.
En una de sus correrías se tropiezan con una joven ranchera, Rannie Carter (Freeman), "Eres muy bonita si es que eres una chica", que luchará por mantener su independencia y su personalidad en medio de grupo tan masculino, "No hay ninguna ley que prohíba a la mujer hacer lo que quiera" (no está mal para encontrarnos en 1949). Pero también aparece por allí otro bribón de cuidado, Charley Calico (Bedoya), que tampoco deja de sonreír mientras te saca los cuartos y te amenaza de muerte.
El resto es un continuo caminar del trío de truenos por el filo de la ley, ora en la antigua banda, ora en los Rangers de Texas a donde han ido a parar sin quererlo tanto Jim como Wahoo, donde cobran 40 dólares al mes y no les preguntan por su pasado. Naturalmente, sin que falte la correspondiente trama amorosa.
Nominado el guion a alguno de los premios, lo encontramos un tanto embarullado. Difícil de seguir a ratos pero interesante, con alguna que otra sorpresa. Correcta la realización, personajes habituales en el western sin grandes análisis. Amistad, compañerismo, lealtad, sentido del deber, en fin, lo normal en el género.
Bellos paisajes y buena ambientación, con alguna baladita en el fuego de campamento. Correctas interpretaciones en general destacando los de las sonrisas (Carey y un genial Bedoya)
En general se trata de un drama con escenas como la de la cantina de Laredo, pero con sus toques de humor y de amor. Acción continua y momentos de tensión bien dosificada junto a otros más distendidos.
Una buena película que recomendamos.